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Villa Clara, ¿cuál es la excusa ahora en la pelota?

Ciego de Ávila celebra su avance a las semifinales en la zona oriental
Ciego de Ávila celebra su avance a las semifinales en la zona oriental

El segundo peor equipo ofensivo de la 50 Serie Nacional de béisbol esperó hasta los últimos dos partidos del play off contra Ciego de Ávila para mostrar las enormes deficiencias de sus jugadores con el bate en la mano. Hace 16 años que una selección villaclareña no gana un título; pero en este campeonato ni siquiera se acercó a romper esa penosa cadena de derrotas.

Escribo estas líneas después de presenciar el séptimo desafío, el único encuentro decisivo en la historia de los play off de las Series Nacionales que ha concluido 1 carrera por 0 y por más que intento mantener el “balance periodístico”, mis pensamientos son muy pesimistas y en ellos prima la decepción después de otra enorme debacle del equipo que he seguido siempre.

No creo que sea una coincidencia que en los últimos dos play off, Villa Clara haya sido incapaz de triunfar en un sexto y séptimo desafío. Sucedió en la final del año pasado, ante Industriales; acaba de repetirse ahora, frente a Ciego. En el recuento de un revés, los directores casi nunca la pasan bien; sin embargo, esta vez las críticas contra Eduardo Martín Saura están más que justificadas.

Veamos dos errores de béisbol infantil en el decisivo encuentro vs. Ciego:

– Séptimo inning. Abre Ariel Pestano y conecta apenas el ¡segundo! indiscutible ante el lanzador abridor Vladimir García. Le correspondía batear al designado, Yulexis la Rosa, un hombre que en la temporada regular tuvo…4 toques de sacrificio, en 223 comparecencias al bate. El toque era la jugada indicada y fue la que ordenó Martín, pero con ¡la Rosa! En el banco tenía a jugadores más acostumbrados a sacrificarse y también con mayor velocidad, como Dian Toscano o Yandy Díaz. ¿Resultado? Toque de frente a García quien fácilmente retiró a Pestano en segunda base.

– Noveno capítulo. Dos outs y Ariel Borrero conecta un imparable al jardín izquierdo. ¿La lógica? Sustituir al muy lento defensor de la primera base, por alguien más rápido. Esa era la carrera del empate, en la última oportunidad ofensiva. ¿Qué hizo el director villaclareño? ¡Espero a que Ariel Pestano recibiera el primer strike, para entonces, solo entonces, enviar un sustituto por Borrero!

Son solo dos detalles de un fracaso que comenzó tres días atrás, en el estadio “Sandino”, de Santa Clara, cuando los lanzadores villaclareños, líderes colectivos en promedio de carreras limpias, no lograron mantener la pelota dentro del terreno. Un fracaso que se avizoraba luego del descolorido revés en el sexto desafío. Villa Clara perdió la iniciativa y así se escapó el play off.

¿Dónde estaban las “posibilidades tácticas” del equipo? Porque las continuas y fracasadas jugadas de corrido-y-bateo no funcionaron; ¿dónde quedaron los intentos por “mover” al increíblemente controlado García? ¿Por qué la insistencia en buscar largas conexiones, cuando era evidente que el viento estaba en contra de los bateadores? Preguntas y más preguntas, mientras termina la noche del domingo 3 de abril, una fecha que de seguro recordarán los seguidores de los llamados “Tigres de Ciego de Ávila”, porque fue el día en que, finalmente, dejaron atrás la “maldición” que decía que ellos eran incapaces de vencer a Villa Clara. Lástima que ese haya sido, probablemente, el último partido del torpedero Eduardo Paret.

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