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Miami Marlins recuerdan a los Cuban Sugar Kings con uniformes de la serie «City Connect»

Los Miami Marlins usarán sus uniformes «City Connect» para honrar a los Cuban Sugar Kings (Reyes Cubanos del Azúcar). El equipo llevará los uniformes durante una serie de fin de semana en casa contra los Mets de Nueva York. De acuerdo con un reporte de ESPN, los Marlins son uno de los siete equipos, junto con los Diamondbacks de Arizona , los Medias Rojas de Boston , los Cachorros de Chicago , los Medias Blancas de Chicago , los Dodgers de Los Ángeles y los Gigantes de San Francisco , que se asociaron con Nike y Major League Baseball en la «City Connect Series», como una forma de homenaje a la cultura de sus respectivas comunidades.

El diseño de los uniformes tardó dos años. Los Marlins querían algo más atrevido y vibrante que los uniformes originales del equipo. Buscaron camisetas que aparecieran en el campo, pero que también se pudieran usar en eventos, dijo Michael Shaw, vicepresidente de experiencia e innovación de los Marlins, y finalmente se decidieron por un estilo inverso con el rojo (Legacy Red) como color principal, publicó ESPN.

Aprovecho esta noticia para compartir una crónica que escribí sobre la histórica Pequeña Serie Mundial, de 1959, ganada por los Cuban Sugar Kings.

¡Arriba Pata Chula, mete un hit! — gritaba a coro todo el Gran Stadium del Cerro.

Daniel Morejón, conocido como Pata Chula entre los fanáticos a causa de una cojera provocada por un accidente deportivo, pidió tiempo y se separó del cajón de bateo. La tensión se podía respirar en todo el estadio. El corredor de segunda, Raúl Sánchez, le indicó mediante señas en cuál posición se estaba colocando el receptor rival.

De vuelta en el cajón, Morejón esperó dos strikes y en conteo parejo conectó una fuerte línea entre primera y segunda que no pudo ser capturada por el camarero Carl Yastrzemski. La bola se internó en el jardín derecho. Sánchez dobló a toda velocidad por tercera y venció, por muy poco, el tiro del jardinero.

El Gran Stadium del Cerro enloqueció. Más de 30 mil fanáticos, entre ellos Fidel Castro, se pusieron de pie para ovacionar a los campeones. Sobre el terreno, los jugadores de los Cubans Sugar Kings cargaban sobre sus hombros a Morejón y festejaban el título de la Pequeña Serie Mundial. La Habana era una fiesta esa noche.

La historia de los Cuban Sugar Kings

Los Cubans Sugar Kings pertenecieron a la Liga Internacional, un torneo con categoría de triple A, manejado por el Comisionado de las Ligas Menores del llamado Béisbol Organizado norteamericano. Los Kings tuvieron como antecedente a aquellos Havana Cubans que durante casi una década jugaron, primero en La Tropical y más tarde en el Gran Stadium del Cerro, como parte de la Liga Internacional de la Florida.

Bobby Maduro, el  empresario dueño de los Havana Cubans y luego de los Kings, siempre tuvo como uno de sus sueños principales la creación de un equipo de Grandes Ligas que jugara en La Habana. La primera parte del plan incluyó a los Havana Cubans y más adelante, cuando tuvo la oportunidad, estrechó más los vínculos con la organización de los Rojos del Cincinnati y creó, en 1954, los Cubans Sugar Kings. “Un paso más y llegamos” era la frase que muchos utilizaban en clara relación con las posibilidades de los Kings de convertirse en una franquicia de las Mayores.

La Liga Internacional incluía a equipos canadienses y lógicamente estadounidenses. De esas selecciones, dos pasarían a Grandes Ligas algunos años más adelante: los Azulejos de Toronto y los ya desaparecidos Expos de Montreal. La temporada de la Liga Internacional comenzaba casi de forma paralela con las Grandes Ligas y poco después de finalizada la campaña del béisbol profesional cubano.

En la Liga Internacional jugaron muchísimas estrellas cubanas de la década de los cincuenta y algunas que habían logrado la fama en décadas anteriores, como Conrado Marrero, Roberto Ortiz, Perucho Formental, Héctor Rodríguez, por solo citar algunos, aunque la lista es inmensa e incluye a varios jugadores que brillaron en Cuba y también en Estados Unidos.

Los Kings tuvieron su primera campaña en 1954, bajo las órdenes de Regino Otero, luego los dirigió Napoleón Reyes y finalmente Preston Gómez quien se convertiría, años después, en el segundo cubano en dirigir a un equipo de las Mayores—únicamente antecedido por Miguel Ángel González.

Solo en 1955 los Kings pudieron clasificarse para los playoffs, aunque perdieron con el Columbus en la primera ronda.

En 1958 los Kings finalizaron en la última posición de la Liga; pero en 1959 resurgieron y la química entre los jugadores cubanos y norteamericanos funcionó por lo que el equipo concluyó en la tercera posición, con récord de 80 triunfos, 73 reveses, y se ganó el derecho a participar en los playoffs contra las otras tres selecciones que también clasificaron para esa fase final: Columbus, Buffalo y Richmond. En la primera ronda, los Kings ganaron en solo cuatro partidos a Columbus, mientras Richmond fue superior a Buffalo. Entonces se produjo el duelo entre los Kings y Richmond. Aquí se impusieron los Kings, 4 juegos por 2 y lograron avanzar hasta la Pequeña Serie Mundial.

La Pequeña Serie Mundial de 1959

La Pequeña Serie Mundial era una serie al mejor de siete partidos que se jugaba entre el campeón de la Asociación Americana y la Liga Internacional.

El rival de los Kings en la Pequeña Serie Mundial de 1959 fueron los Minneapolis Millers quienes vencieron fácilmente en la Asociación Americana. Millers era una sucursal de las Medias Rojas de Boston y en 1959 tenían un equipo liderado por la segunda base Carl Yastrzemski. Los Millers, bajo el mando de Gene Mauch, salieron como amplios favoritos por los fanáticos y por los apostadores. Ellos eran los campeones defensores de la Serie y hacían su tercera aparición en el Clásico en los últimos cinco años.

El primer juego entre los dos rivales se celebró en el Metropolitan Stadium en Bloomington, Minnesota. Inicialmente los tres primeros partidos debían celebrarse en este parque; pero en octubre el invierno golpea con mucha fuerza a la parte norte de los Estados Unidos y el clima resultó otro rival a vencer por los Kings, más acostumbrados al sol de la Florida y de La Habana. Ni la brisa cortante ni el picheo de los Millers pudo frenar a los Kings quienes se llevaron el juego inaugural 5 carreras por 2. Un día después la temperatura disminuyó más y los peloteros de los Kings tuvieron que recurrir, con demasiada frecuencia, al café caliente y una foto publicada en la prensa resume las extremas condiciones en que jugaron los cubanos: en la imagen aparecen los Kings alrededor de un fuego prendido en medio del banco.

No obstante estas dificultades, los Kings tuvieron varias oportunidades de vencer; sin embargo, los lanzadores relevistas no pudieron sostener la ventaja y tres jonrones, entre ellos uno de Ed Sadowski en el final del noveno capítulo, le permitieron a los Millers empatar la serie con un triunfo de 6 por 5.

Supuestamente el tercer partido debía tener lugar en Minnesota; pero el frío y la lluvia obligaron a los organizadores a trasladar la serie hasta la soleada capital cubana. Miles de fanáticos recibieron a los dos equipos por las calles de La Habana y el Comandante en Jefe Fidel Castro anunció que lanzaría la primera bola del desafío.

En la noche del primer día de octubre, en el Gran Stadium del Cerro, más de 30 mil personas saludaron a Fidel cuando este hizo su entrada al estadio a través de las puertas del jardín central. En sus breves palabras antes del comienzo oficial, Fidel aseguró que él estaba allí esa noche como un fanático más y que de la misma manera que la Revolución había triunfado en Cuba, estaba seguro de que los Kings ganarían la Pequeña Serie.

El tercer partido fue otro gran juego, lleno de emociones y decidido en extrainnings por un imparable del jardinero Ray Shearer. Al día siguiente, Fidel también asistió al partido e incluso se sentó un tiempo en el banco de los Kings quienes ganaron otra vez, de nuevo en extrainnings, y se colocaron a solo un juego del triunfo definitivo. Sin embargo, un gran repunte de los Millers les permitió ganar dos partidos de forma consecutiva y llevar la Serie al séptimo y decisivo juego.

El 6 de octubre de 1959 el Gran Stadium del Cerro mostró un lleno impresionante, el más grande de toda la temporada. Tom Borland fue la designación del mentor Gene Mauch de los Millers; mientras Ted Wieand recibió la responsabilidad por parte de Preston Gómez.

Los visitantes tomaron la delantera en el segundo capítulo por cuadrangular de Joe Macko y la ampliaron en el sexto por otro jonrón, este de Lu Clinton. Con el marcador favorable, 2 por 0, los Millers parecían encaminados a su segundo título consecutivo; pero los Kings reaccionaron en la parte baja del octavo inning. La entrada la abrió Elio Chacón con un imparable. Apareció el primer out y acto seguido Daniel Morejón devolvió las esperanzas a los fanáticos con una fuerte línea que se llevó la cerca del jardín derecho al primer rebote.

El doble por regla puso a corredores en segunda y tercera; sin embargo, Ray Shearer se dejó cantar el tercer strike. En este momento, Preston Gómez decidió traer a Larry Novak como emergente. Novak había estado mal todo el año y en las gradas muchos cuestionaron la arriesgada decisión de Preston. Pero Novak no hizo quedar mal al director y conectó un imparable al derecho que trajo para la goma a los dos hombres. El partido estaba empatado a 2.

Las mayores emociones se vivieron en la parte baja del noveno capítulo cuando los Kings colocaron a dos hombres en circulación y aquí se produjo el imparable decisivo de Pata Chula Morejón. Los Cuban Sugar Kings habían ganado la Pequeña Serie Mundial de 1959.

Epílogo

La historia de los Cuban Sugar Kings terminó en 1960. Los directivos de las Grandes Ligas observaban con recelo las actividades del gobierno revolucionario y en enero de 1960, durante una reunión efectuada en Buffalo, la cúpula directiva le permitió al presidente de la Liga Internacional, Frank J. Shaugnessy, trasladar a las franquicias de sus ciudades originarias. La temporada de los Kings comenzó en marzo y Fidel Castro lanzó la primera bola del partido inaugural contra el Rochester. El rompimiento llegó más rápido de lo esperado: en julio, con los Kings de viaje, el presidente Shaugnessy decidió reubicarlos en New Jersey porque “el clima en Cuba ya no era saludable para nuestro pasatiempo nacional.»

En la capital cubana el público reaccionó en contra de la medida. Fidel Castro y Bobby Maduro protestaron, pero no hubo vuelta atrás. Los Kings pasaron a ser los “Jersey City”. Nunca más regresaron.

Equipo que ganó la Pequeña Serie Mundial, de acuerdo con OnCuba
Manager: Preston Gómez
Coach: Reinaldo Cordeiro
Entrenador: Luis Navarro

Receptores: Jesse Gonder, Enrique Izquierdo
Jugadores del cuadro: Rogelio «Borrego» Álvarez (1B), Elio Chacón y Cookie Rojas (2B), Pompeyo Davalillo (3B), Leonardo Cárdenas (SS).
Jardineros: Daniel Morejón, Tony «Haitiano» González, Ray Shearer, Larry Novak, Carlos Paula.
Lanzadores: Miguel «Mike» Cuellar, Emilio Cueche, Raúl Sánchez, Pedro Carrillo, Ted Wieand, Bob Morehead, Walter Craddock, Luis Tite» Arroyo

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