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De Yuli Gurriel al ridículo en Lima: contrastes del béisbol cubano

El mismo día en que Yuliesky Gurriel fue elegido como el mejor pelotero de la Liga Americana en el mes de julio, la selección nacional terminó de hundirse en el ridículo, al finalizar en el sexto lugar de los Juegos Panamericanos, en Lima. Coloco estos dos hechos muy contrastantes para lanzar una pregunta: ¿hay crisis en el béisbol cubano?

Lo sucedido en la capital peruana quedará guardado en la historia como la peor actuación…de todos los tiempos de un equipo nacional. Una victoria (frente a Argentina) y tres fracasos, el último de ellos de la manera más humillante, ante República Dominicana, debería ser más que suficiente para provocar la dimisión en pleno de las estructuras directivas. Deberían partir desde Rey Vicente Anglada, hasta Yovani Aragón e Higinio Vélez, las dos figuras (aparentemente) con mayor poder de decisión en los derroteros perdidos del béisbol cubano.

Pero, más allá de los despidos, el terremoto, con epicentro en Lima, debería remover las cosas que siguen sin funcionar, a todos los niveles, en el béisbol que se juega en Cuba. Las modificaciones deberían comenzar con un diálogo proactivo con todos los peloteros que han continuado sus carreras en otros países.

Tras una década de constantes descalabros, en las diferentes categorías, en torneos internacionales, ¿es posible afirmar que el “béisbol cubano” está en crisis? Indudablemente muy mal andan las cosas con las selecciones nacionales y la salida indetenible de los mejores talentos ha incidido en el notable descenso de la Serie Nacional. El prometedor acuerdo con MLB se fue a pique, por lo que las partidas, a cuentagotas, continuarán.

Por tanto, ni siquiera el más empedernido fanático podría alegar que el béisbol que se juega en Cuba no está en una profunda crisis; sin embargo, el béisbol cubano va mucho allá de quién es el campeón de la Serie o en qué lugar concluya el equipo en un certamen. Esta categoría necesariamente incluye a todos los peloteros que se encuentran dispersos por diferentes ligas y, si analizamos sus resultados, entonces, ¿crisis? ¿En serio?

ESTRELLAS EN GRANDES LIGAS Y EN JAPÓN

Yuli Gurriel está teniendo su mejor año en las Mayores. El espirituano fue nombrado como Pelotero del Mes de julio en la Liga Americana. José Dariel Abreu parece encaminado a otra campaña de 25 jonrones y 100 impulsadas; Jorge Soler también debe alcanzar las 100 remolcadas; Yoan Moncada finalmente despertó al bate; Lourdes Gurriel Jr. ha demostrado que es inamovible de roster principal de los Azulejos; Yasiel Puig jugó dos Series Mundiales con los Dodgers y, de seguro, agradece que los Rojos lo hayan cambiado a los Indios; Yordan Álvarez discutirá hasta el final el premio al Novato del Año en la Americana (se lo darán a Vladimir Guerrero Jr., no por sus números, sino por el ruido mediático que ha producido y la enorme distancia de sus batazos) y Aroldis Chapman todavía es el mejor cerrador de las Mayores.

A otros ciertamente no les ha ido bien en 2019. Yoenis Céspedes tuvo un “año sabático” (sin cobrar), aquejado por las lesiones; Odrisamen Despaigne se despidió de las Grandes Ligas, al igual que Kendrys Morales.

Del otro lado del Pacífico, Yurisbel Gracial, Alfredo Despaigne y Liván Moinelo de seguro jugarán nuevamente los playoff con los Halcones Softkbank de Fukuoka. El recién llegado Leonys Martín ha causado muy buena impresión con los Marinos de Lotte. Mientras, Dayán Viciedo sigue siendo el principal bateador de los Dragones de Chunichi. Otros no han tenido una gran temporada (Alex Guerrero, Onelki García y Ariel Miranda).

2 comentarios

  • Victor Angel Fernández

    Miguel.
    Ese Gurriel que Usted habla no era el que vino llorando a La Habana, al mejor estilo de novela brasileña, porque quería estar al lado de su padre, que tenía una enfermedad muy delicada que le impedía viajar? ¿O es otro?
    A lo mejor con todos esos buenos números, uno de esos peloteros cubanos se gana el Premio Roberto Clemente para los latinoamericanos destacados por ayudar a su lugar de origen.
    No se preocupe, mañana los peloteros que están en MLB vienen a jugar a Cuba y estarán con el equipo para clasificar a los JJOO… ah… perdona, esto es una fake news que me entró en la PC… en realidad el contrato que ellos tienen dice que el Gobierno cubano no les permitirá jugar en Cuba… ¿o es el regimen de EEUU? ¿o es la MLB?

    Tenemso miles de problemas, pero es que ese no lo veo en su escrito

    • Miguel

      Víctor,

      Sí, es ese mismo, aunque aquí su apellido era Gourriel y ahora es Gurriel. Es el hijo del medio de Lourdes, el del jonrón de Parma, en 1988, que antes aparecía mucho en los spots televisivos y desde que cambió de dirección, ya no tanto. Es ese mismo, el campeón olímpico en Atenas, el que dio el jit decisivo contra Nicaragua en los Panamericanos de 2003, el de los batazos inolvidables en el Clásico Mundial de 2006 y el del doble play contra Corea del Sur, en la final de los Juegos de Beijing, el que nunca ganó nada con Sancti Spíritus, pero al menos el equipo llegó siempre a los playoff (el mismo «mal» que Víctor Mesa), el que decidió mudarse a La Habana y para «justificar» su decisión y que no lo declararan hijo ilegítimo del Yayabo dijo que era para acompañar a su padre (infartado) (por cierto, la familia sigue muy unida, sin importar si el CI o la tarjeta de residencia permanente dice Miramar o Miami), el mismo que jugó en Japón y le tenía miedo a los aviones (no sé cómo habrá resuelto eso en EE.UU), el mismo que parecía que sería el primero en firmar en Grandes Ligas sin tener que hacer lo que luego hizo meses más tarde, cuando los emisarios de Obama y Raúl conversaban en secreto, el campeón de la Serie Mundial de 2017…ese mismo, que mostró la bandera cubana tras ganar el Clásico de Otoño.

      Mi post no era para «analizar los problemas del béisbol cubano», pero sí para señalar lo que para mí es el principal dolor de cabeza: ¿qué hacer con los que ya no están y quieren jugar por Cuba? La lista de los que darían el sí para el Clásico Mundial de 2021 es larga, incluso en un contexto muy complicado por causa del inquilino de la Casa Blanca. Por cierto, el «régimen de los Halcones de Fukuoka» no le permitió a Alfredo Despaigne jugar en los Panamericanos, por «obligaciones contractuales».

      Los problemas del béisbol que se juega en Cuba no se resolverán con sacar a los que están ahora (deberían renunciar, por vergüenza…aunque lo dudo), ni tampoco con cambiar nuevamente la estructura y crear «otros torneos» con menos equipos. La reconstrucción pasa por invertir en la base (no sé cuántos terrenos se habrían podido reparar con todo el gasto de los largos meses de entrenamiento para hacer el papelazo en Lima), por buscar más incentivos a los entrenadores y jugadores, por hacer que los partidos de la Serie tengan más espectáculo, por dialogar con los que partieron, pero quieren estar, por buscar que puedan partir, tranquilamente, pero nunca «irse del todo». Al voleibol le tardó muchísimo, pero tengo la esperanza de que ese camino abierto pueda extenderse a todos los deportes.

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