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El nuevo rostro de los Cavaliers de Cleveland

Después de un turbulento verano, que terminó con un mega cambio que envió a Kyre Irving a Boston y trajo a Ohio a Isaiah Thomas y otro grupo de jugadores, los Cavaliers de Cleveland entraron confiados a la temporada 2017-18. La nómina que dirigía Tyronn Lue lucía muy completa, con la incorporación de un ex MVP, Derrick Rose, y la llegada de un futuro miembro del Salón de la Fama, ganador de tres anillos con el Miami Heat y uno de los mejores amigos de LeBron James: Dwayne Wade.

Con estos jugadores los Cavs aspiraban a ganar nuevamente el Este, aunque sabían que recibirían una fortísima oposición de los Celtics y Raptors. El inicio fue terrible y las derrotas llegaron casi con la misma frecuencia con que cayeron lesionados jugadores claves. Rose, “para variar”, se reencontró con sus “viejas amigas” (o sea, las lesiones) y nadie sabía cuándo se reincorporaría Thomas.

A pesar de estos problemas, los Cavs, liderados como es habitual por James, eslabonaron una cadena de victorias que dio nuevas esperanzas a sus fanáticos y Thomas volvió al terreno antes de lo previsto; sin embargo, el buen juego colectivo no demoró mucho en desaparecer. Cleveland sufrió derrotas escandalosas (32 puntos de diferencia contra los Rockets, 34 contra Toronto, 28 frente a Minnesota y 24 vs. Oklahoma) y esto los hundió en la tabla de posiciones, a tal punto que parece muy difícil que puedan alcanzar a los Celtics en la cima del Este y, además, sienten muy de cerca la presión de los Raptors.

Ante esto, la directiva de los Cavs decidió que era imprescindible efectuar cambios en la plantilla, aunque, de seguro, nadie pudo prever que la revolución incluyera nada menos que a ¡seis jugadores!

El traspaso más llamativo lógicamente fue el de Isaiah Thomas, quien no pudo acoplarse a los Cavs en los 15 desafíos en los que participo y solo promedió 14,7 puntos, con un 36% de aciertos en tiros de campo y un 25% en triples. Cleveland lo envió a los Lakers, junto a Channing Frye a cambio de Jordan Clarkson y Larry Nance. Mientras, Wade regresó al Miami Heat y en el sur de la Florida fue recibido como lo que es: un ídolo para esa franquicia.

Además, los Cavs hicieron movimientos con Sacramento y Utah.  De los Kings obtuvieron a Rodney Hood y al base George Hill (quien tiene experiencia en playoff), a cambio de Iman Shumpert y Joe Johnson; mientras,  Jae Crowder y Derrick Rose fueron a parar a los Jazz (en el caso de Rose solo por unas horas, porque fue cortado).

Pocas veces una revolución en la plantilla recibe comentarios tan positivos, tanto de los jugadores, como de los fanáticos y especialistas. Para todos estaba claro que los Cavs necesitaban un fuerte movimiento para seguir siendo contendientes. James dio su aprobación y ahora faltará por ver cómo se adaptan los recién llegados a un equipo que (todavía no sé cómo) se las arregló para quedarse con Kevin Love.

UN DATO REVELADOR

De acuerdo con el periodista Micah Adams existen notables diferencias (esta temporada) entre los jugadores que salieron de Cleveland y los que se incorporan:

Los que partieron

Edad promedio: 30,7

Mates esta temporada: 16

Porcentaje de triples: 30,9

Los recién llegados

Edad promedio: 27,0

Mates esta temporada: 81

Porcentaje de triples: 37,9

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