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Hace calor en La Habana

Wilfredo León no tuvo un buen fin de semana
Wilfredo León no tuvo un buen fin de semana

Abanicos, pedazos de papel, cualquier cosa funcionaba con tal de recibir un “aire extra”. En la cancha del Coliseo de la Ciudad Deportiva, los jugadores de los equipos de voleibol de Argentina y Cuba sudaban ríos, mares y hasta océanos; mientras, en unas gradas no tan llenas como en Ligas Mundiales anteriores, la gente repetía una frase que se ha hecho muy popular en esta tórrida ciudad que continúa extrañando los aguaceros: hace calor en La Habana.

Nunca antes había visto un espectáculo igual. Recuerdo que en una Liga—por el 95 o 96—Brasil protestó con fuerza por la ausencia del aire acondicionado. Ahora imagino que los argentinos hayan protestado con igual intensidad. No es nada fácil jugar durante más de dos horas con una temperatura que debió rondar en la cancha los 40 grados Celsius, especialmente cuando los jugadores no están habituados a esas altas temperaturas. Tampoco es fácil para los fanáticos mantenerse en una instalación diseñada para el aire acondicionado y por la que casi no circula el aire.

¿Quedará arreglado este problema para las visitas de Alemania y Polonia en los próximos fines de semana? Quisiera pensar que sí, porque de lo contrario vendrán más inconformidades y eso no es nada bueno para la imagen de la segunda urbe que más espectadores ha llevado a las gradas en la historia de las Ligas, solo superada por Brasil.

El debut cubano en la XXI edición de la Liga Mundial fue realmente muy bueno: se lograron dos victorias, se obtuvieron cinco puntos de seis posibles y el equipo que apenas tuvo tres partidos de entrenamiento ante Serbia mostró un accionar prometedor; aunque, por supuesto, para llegar a la discusión de las medallas ellos tendrán que mejorar y mucho. Creo que pueden hacerlo, al menos talento no les falta.

Sin dudas el jugador que más me impresionó fue el atacador zurdo de 19 años  Fernando Hernández. No llega a los dos metros (1,96), pero tiene un gran poder de salto y, sobre todo, capacidad de liderazgo. La preocupación del primer fin de semana fue Wilfredo León. Ya los especialistas habían alertado sobre las horas de entrenamiento perdidas por causa de una lesión. Esas carencias fueron muy evidentes ante Argentina: el muchacho de apenas 16 años recibió mal, su saque no se pareció al del año anterior y estuvo perdido en el ataque. La selección lo necesita para soñar con una medalla, pero hay que darle tiempo al llamado “rey León”.

Vea además:
Resultados completos de la primera semana de la Liga Mundial 2010
Conferencia de prensa del primer y segundo partido en La Habana

7 comentarios

  • janczeck

    Pero aqui en el trabajo no puedes decir nada por que la gente siempre se va por la parte politica,yo no he visto ningun pais que tenga ese problema y al final eso provocara comentarios y no dudo que lo impongan en las reuniones aire acondicionado obligatorio por eso me gusta mi trabajo aire todo el tiempo despues a casa cuzas parque central y ya.

  • Me llamó la atención del juego que Cuba nunca puso a bloquear a su central suplente. Siempre entraban de cambio en esa función ya sea Yoandri Díaz o Hierrezuelo. Entonces para que tienen un central de más de dos metros en la banca.

    • micolumnadeportiva

      Eso también me sucedió; además, no creo que el pase de Yoandy Díaz haya sido lo suficientemente convincente para mantenerlo sobre el cancha durante tres consecutivos. Eso se vio en el quinto parcial, cuando Cuba perdió el primer match point: la jugada estaba cantada y bloquearon con facilidad a Fernando Hernández. El poco juego por la zona tres, a pesar de los por cientos de efectividad de Simón y Camejo, es culpa sobre todo del armador

    • micolumnadeportiva

      Saludos Michael ! Yo también confío en el equipo cubano. Creo que el debut fue bueno, por supuesto que hay que mejorar muchísimos detalles, pero en general, a pesar del poco roce internacional, el desempeño colectivo fue bueno. El líder del equipo es León, pero sobre todo en el segundo encuentro no lució bien, todavía necesita recuperar las horas en el gimnasio, así que espero que para el cuarto o quinto fin de semana de la Liga Mundial, esta prometedora estrella alcance su forma ideal

  • Alicia

    Opino que si el país no está en condiciones por el ahorro energético hubiese sido mejor renunciar a la Liga que hacerla de esa forma.
    Yo entiendo que si no hay para poner el aire no se puede inventar de ningún lado, pero era mejor no mancharse de esa forma, personas en el público sin camisa (perfectamente entendible), abanicos hasta dentro del área (las muchachas que ponen para recoger las pelotas). Atletas que no pueden rendir lo necesario por sudar a mares.
    Se vio feo, y lo peor es que la gente no va a querer ir, no vamos a poder llenar la sala de la que siempre nos hemos vanagloriado tanto.

    • micolumnadeportiva

      Saludos Alicia y gracias por comentar en mi blog! Creo que la solución hubiera sido arreglar el aire acondicionado. Cuba ha participado en 20 de las 21 Ligas, somos uno de los pocos países que la ha logrado ganar, somos el segundo país que más fanáticos arrastra a los partidos de voleibol; además, la Liga es rentable económicamente! Cada partido ganado es el equivalente a cerca de 8 mil dólares, el campeón de la Liga gana al final cerca de un millón y medio. Por tanto, renunciar al evento no me parece la mejor opción. Concuerdo plenamente contigo en que el espectáculo de las personas sin camisa, las niñas recogedoras de pelotas con abanicos y los ventiladores detrás de los bancos sin dudas son imágenes desagradables que ojalá no se repitan en los próximos fines de semana.

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