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Proteína whey, el complemento ideal para consumir después de un entrenamiento

La proteina whey está considerada como uno de los complementos ideales para consumir después de completar una sesión de entrenamiento. Estas proteínas se extraen del suero de la leche y ayudan a mejorar, en un breve período de tiempo, la fatiga muscular.

Qué es la proteína whey y cómo se obtiene

La proteína whey se obtiene al aislar el suero de la leche. Esta es la parte líquida que queda, al coagularse la leche, cuando se fabrican productos lácteos, como el queso, por ejemplo. Tiene un alto valor biológico, incluso por encima del de los huevos o la leche. Dicha proteína aporta varios aminoácidos esenciales y otros ramificados que son fáciles de absorber por el organismo humano.

Ventajas de la proteína whey

La utilidad de la proteína whey es diversa. Por lo general se incluye como complemento nutricional en aquellas personas que necesitan dietas con un alto valor proteíco.

El consumo de proteína whey beneficia tanto a atletas profesionales, como aquellos amateur que entrenan para mejorar su condición física y mental. Su consumo tiene pocas contraindicaciones. Los especialistas recomiendan no realizar un consumo excesivo, para prevenir la aparición de dolores de cabeza, náuseas o problemas estomacales.

Diferentes estudios científicos han demostrado las múltiples ventajas de consumir este tipo de proteínas.  Entre sus beneficios está que contribuye al desarrollo y mantenimiento de la masa muscular. Es muy común que se tome el suplemento después de concluir una rutina fuerte de ejercicios, porque evita la fatiga y permite que las fibras musculares se regeneren con mayor celeridad.

Otra ventaja es que la proteína whey tiene propiedades cicatrizantes. Ante esto, muchas personas optan por tomar los batidos de esta proteína tras pasar por un proceso quirúrgico, porque no solo favorecen la regeneración de la piel, sino que también evitan el surgimiento de hemorragias.

También facilita el control del peso corporal, porque, al saciar el hambre, posibilita que las personas no “piquen” alimentos entre los horarios de las comidas principales del día. Además, su consumo incide en la mejoría del sistema inmune, controla al colesterol alto y previene problemas vinculados al sistema gastrointestinal. A todo esto, se añade que el consumo de proteína whey ayuda a reducir los niveles de estrés, porque el suplemento ayuda a segregar más serotonina, una hormona que incide en el estado de ánimo de las personas.

Existen diferentes tipos de proteína whey. Están las “aisladas”, que son las más puras, pues se obtienen al eliminar la grasa y la lactosa. Con esto se logra obtener un 90% de proteína pura. Otra variante son las “concentradas”. Estas mantienen la lactosa y algo de la grasa de la leche. Por tanto, el porcentaje de la proteína whey se reduce y queda en un 75%. Por último, está la variante “hidrolizada”. Esta se muestra predigerida, por lo que su digestión es más rápida y el organismo la asimila en menor tiempo.

Cómo consumir la proteína whey

El método más habitual de consumo de la proteína whey, como suplemento, es en los batidos. Estos pueden estar preparados en polvo, por lo que habría que elaborar una mezcla con leche, agua o jugo de frutas o ya venir preparados para tomar, en diferentes envases. Existen diferentes sabores de estos batidos, desde los de vainilla, chocolate, plátano hasta de fresa.

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