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Consejos para entrenar en el gimnasio en verano

Las altas temperaturas del verano intimidan a no pocos. El calor sofocante, combinado con el hecho de que, en vacaciones, aprovechamos el tiempo para hacer muchas actividades que no podemos cumplir en las jornadas laborales, inciden en que nos alejemos de los entrenamientos habituales. Esto es normal en todas partes del mundo; pero existen una serie de trucos que se aplican en los mejores gimnasios en Córdoba que nos ayudan a entrenar durante el verano.

Durante los meses más calurosos del año no nos sorprende que el gimnasio al que acudimos asiduamente tenga menos personas de lo habitual. Muchos prefieren tomar vacaciones de los entrenamientos, quizás sin una noción clara de que, al hacer esto, están comprometiendo los avances que hayan logrado con los ejercicios en los últimos meses.

“Seguiré una dieta estricta”, “haré ejercicios en casa”, son algunas de las excusas que nos decimos a nosotros mismos para no asistir al gimnasio. En realidad, no cumpliremos nada de lo que nos prometimos, así que el primer y más importante consejo es que, aunque resulta recomendable darle algún descanso al cuerpo, es clave que continuemos nuestra rutina de entrenamientos, pero eso sí, con cambios de acuerdo con este período del año.

Para pasar estos meses, el tipo de rutina más recomendable es el de definición o mantenimiento. Además, aunque nos lo propongamos, tampoco podremos cumplir las citas habituales con las pesas, porque el tiempo no nos alcanza para todo lo que queremos hacer en este tiempo de vacaciones. Por tanto, completar una rutina cada tres días es lo más realista posible.

Otro consejo es que tratemos de evitar el cardio antes de realizar el entrenamiento. Por lo general lo hacemos al concluir la sesión y también las favorables condiciones del clima nos permiten en este período lanzarnos a la piscina, así como montar bicicleta y correr, en las fechas en que no asistamos al gimnasio.

Con las altísimas temperaturas que imperan en este período es imprescindible que nos hidratemos, un poco más de lo habitual. Antes de comenzar nuestra rutina es muy necesario que tomemos suficiente agua. Luego, durante la sesión, entre los diferentes ejercicios, seguiremos tomando sorbos para mantener el nivel de hidratación de nuestro cuerpo. Al concluir la sesión tendremos que ingerir todavía más líquido que nos permita recuperar el que perdimos en la sesión.

Además, una idea en la que de seguro concordaremos todos: es vital no cumplir nuestra rutina de ejercicios en los momentos del día en que los termómetros marquen las máximas temperaturas. Si nuestro gimnasio estuviera climatizado, esto no sería un gran problema; pero, de cualquier forma, es recomendable evitar las fortísimas horas del mediodía.

La ropa que seleccionemos para realizar ejercicios juega un papel clave en el mejor aprovechamiento de nuestra rutina. A todo nos queda claro que debemos llevar ropas desahogadas y nunca de algodón, ya que este tejido suele empaparse de sudor y nos haría más incómodo entrenar. Por tanto, es preferible emplear ropa con tejido técnico.

Un error común es entrenar en chancletas. Algunos creen, erróneamente, que al tener el pie al descubierto esto los beneficia o tal vez les molesta el sudor excesivo en esa parte del cuerpo. Si andamos en chanclas, corremos mayor riesgo de lesionarnos, por la sencilla razón de que nuestro pie no se adhiere de la mejor forma al suelo cuando realizamos determinados movimientos en la sesión.

En estos tiempos pos pandemia, la higiene es todavía más importante, por lo que es esencial utilizar toallas en los entrenamientos. De esta forma evitamos entrar en contacto con el sudor de otra persona y también impedimos traspasar nuestro sudor al equipo en que entrenamos o a las personas que están cerca de nosotros en el gimnasio.

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