No hay mucho que relatar: la preselección nacional de Cuba venció por nokout a Nicaragua, 11 a 0, en el segundo juego del tope de preparación y los lanzadores cubanos fueron tan dominantes que apenas permitieron dos imparables.
El juego de los visitantes fue muy pobre, especialmente la defensiva (4 errores) que abrieron las puertas a varias carreras. Sí me pareció muy preocupante que la ofensiva cubana no lució bien; aunque Frank Camilo Morejón dio un paso importante en su intento por ganar el puesto como segundo receptor, por detrás de Ariel Pestano. Es cierto que Cuba ganó con facilidad y por fuera de combate, pero en esto influyó el enorme descontrol de los lanzadores relevistas nicaragüenses, ya que al abridor, Julio Raudez, solo pudieron marcarle dos anotaciones, ambas sucias, por un error del campo corto Edgar López quien ha estado horrible en esa posición.
Como se esperaba, Martín Saura introdujo cambios en la alineación y colocó a un equipo diferente al del día anterior. De los hombres que jugaron, quizás solo Giorvis Duvergel, Alexei Bell o Alexander Malleta tengan alguna posibilidad de ser regulares, pues el resto luchará por un puesto en la nómina de 24; pero saben que ninguno abrirá el primer día del torneo pre-panamericano en Puerto Rico. El interés internacional por este evento cada vez desciende más, pues ante la muy posible ausencia de República Dominicana por falta de financiamiento, se confirmó la no participación de México.
El pitcheo volvió a ser lo más destacado por Cuba. Vladimir García estuvo imbateable. Nicaragua nunca será un buen medidor, pero no se puede negar que el lanzador avileño es el pitcher más impresionante de la pelota cubana y ojalá se mantenga en la Serie Nacional por un largo tiempo. Sin apenas esforzarse, a Vladimir solo le sacaron la pelota del cuadro en una oportunidad. Los otros que lo sustituyeron (Norberto González, Jonder Martínez y Alexis Rodríguez) tampoco tuvieron que esforzarse mucho para dominar a la débil ofensiva nica.