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Pronósticos para el ajedrez olímpico

No han ganado una Olimpiada desde 2002; pero muy pocos se atreverían a señalar a otro favorito para la 39 edición del evento por equipos más importante del juego ciencia. Con tres selecciones de hombres y dos de mujeres, todas conformadas por grandes estrellas, Rusia intentará dejar atrás su cadena de derrotas colectivas y ratificar lo que nadie duda: allí se continúa jugando el mejor ajedrez del mundo.

La siempre fría ciudad rusa de Khanty-Mansiysk, en la Siberia, acogerá a una Olimpiada en la que ya se han impuesto varias marcas relacionadas con la participación. Casi 1400 ajedrecistas, provenientes de más de 160 países, lucharán por las medallas. Ante el numeroso público que asistirá al salón de juego—aunque los organizadores han sido muy criticados por varias naciones, así que en lugar de miles, podrían ser solo centenares de espectadores—los rusos confían en cumplir los pronósticos de la gran mayoría, que los reconocen como los principales favoritos para alcanzar el título.

El dominio de la escuela soviética en las Olimpiadas nunca fue puesto en duda. Durante tres décadas, desde la cita de Helsinki, en 1952, hasta Bled, en 2002, únicamente perdieron un torneo; pero a partir de esa fecha las cosas no han marchado bien para la principal potencia ajedrecística del planeta. En 2002 todavía contaban con Garry Kasparov como primer tablero; luego, su mejor resultado ha sido el segundo lugar en Calviá, 2004. Para sorpresa de muchos, ni en Turín, ni en Dresde los rusos culminaron entre las tres primeras posiciones. Esta racha adversa podría concluir en Khanty-Mansiysk.
Los locales presentarán tres fortísimas selecciones; aunque la primera de ellas luce como la candidata de mayor fuerza al título. Su alineación es impresionante: Vladimir Kramnik, Alexander Grischuk, Sergey Karjakin, Peter Svidler y Vladimir Malakhov. La adición de Karjakin, ucraniano de nacimiento, es muy importante y le brinda al equipo una solidez extraordinaria; no obstante, el camino al oro olímpico estaría lleno de complicaciones.

En las últimas tres ediciones de la Olimpiada los rusos también presentaron potentes equipos y quedaron relegados por naciones con menos estrellas en su nómina, pero que supieron jugar mejor como colectivos. El ejemplo más reciente es el de Armenia que ganó las ediciones de 2004 y 2008 y volverá a ser considerada una de las candidatas.

La lista de otros favoritos no es muy corta y en ella aparecen Estados Unidos, Armenia, Ucrania y también China. Los norteamericanos concluyeron en la tercera posición en las dos citas pasadas y esta vez regresan con los mismos jugadores: Hikaru Nakamura, Gata Kamsky y Alexander Onischuk.

Los actuales campeones tienen como líder a Levon Aronian, cuarto hombre del listado mundial, con 2783 puntos de ELO, quien estaría acompañado por Vladimir Akopian, 2691; Gabriel Sargissian, 2677; Arman Pashikian y Avetik Grigoryan. Sin dudas es una fuerte selección; aunque no parece tener el nivel suficiente para retener la corona.

Ucrania sufrió la costosa pérdida de Karjakin—casado con una ajedrecista rusa—; sin embargo, tendrá otra vez en sus filas a Ruslan Ponomariov, 2749 de ELO quien se uniría al formidable dúo de Pavel Eljanov, sexto del orbe, con 2761, y Vassily Ivanchuk, 2754, noveno. Con ellos, Ucrania aspira a retornar al podio de premiaciones y quizás repetir el éxito de 2004.

China también alineará con ajedrecistas muy conocidos, como Wang Yue, 2732; Wang Hao, 2724; Bu Xiangzhi, 2695 y Zhou Jianchao, 2660. En 2006 los chinos culminaron en la segunda plaza y dos años después estuvieron muy cerca de repetir esa actuación; pero cayeron en la ronda final ante Armenia. El revés los dejó en la séptima posición.

Casi todas las estrellas del ajedrez jugarán en Khanty-Mansiysk, incluso cuando saben que sus equipos no son considerados favoritos, como sucede con el noruego Magnus Carlsen y el búlgaro Veselin Topalov. Al analizar este escenario, resulta más llamativa la ausencia del campeón mundial, Viswanathan Anand. El indio será el único miembro del grupo de los diez primeros del ranking que no estará en Khanty-Mansiysk. El monarca ni siquiera se preocupó en ofrecer explicaciones.

Cuba llevará a la fría urbe siberiana a su equipo más poderoso de la historia, al menos en cuanto a cifras. Por primera vez tres integrantes, Leinier Domínguez, 2716; Lázaro Bruzón, 2679 y Yuniesky Quesada, 2614 están por encima de la barrera de los 2600. A ellos se unirán Fidel Corrales, 2599 y Holden Hernández, 2563. El ELO promedio del equipo es de 2634 y esto representa un récord para el país; sin embargo, los números no lo dicen todo.

La Olimpiada de Khanty-Mansiysk volverá a regirse por el sistema suizo, a 11 rondas y al igual que en 2008, se tomará como primer elemento para organizar la tabla de posiciones el match-point. Es decir, los equipos recibirán dos puntos por cada match ganado, uno en los empates y ninguno en las derrotas. Por tanto, la actuación del tercer y cuarto tablero será decisiva, pues Domínguez y Bruzón, aunque enfrentarán a contrarios de mayor nivel, tienen más posibilidades de entablar.

Entre las mujeres, el equipo de Georgia deberá esforzarse al máximo para retener el título, porque China presentará una excelente nómina. Las asiáticas ganaron cuatro medallas de oro de forma consecutiva; pero en 2008 tuvieron un retroceso notable, al culminar en la octava plaza. Ahora ellas buscarán la revancha y tienen una selección que encabeza la prodigiosa Hou Yifan, junto a Zhao Xue. Las rusas confiarán en la campeona Alexandra Kosteniuk y en las hermanas Kosinteva. Si en 2008 Georgia disfrutó de una admirable actuación de la veterana Maia Chiburdanidze, quedará por ver si las más jóvenes ajedrecistas de ese país pueden repetir la historia de Dresde.

Las cubanas esperan mejorar en Khanty-Mansiysk la actuación de 2008. Los rostros serán los mismos; aunque dos de las integrantes, Lisandra Ordaz y Oleiny Linares, han tenido un importante crecimiento en su nivel ajedrecístico.
Mientras miles de jugadores entablarán una lucha constante frente a los tableros, otros hombres, en el mismo lugar, jugarán su propia partida, solo que, en este caso, el premio no será derrotar al rey, sino alcanzar la presidencia de la FIDE.

El titular durante 15 años, Kirsan Ilyumzhinov, asegura contar con el apoyo suficiente para garantizar la reelección. Su rival, el duodécimo campeón mundial, Anatoly Karpov, también se muestra optimista por el resultado final de la votación. Esta cerrada contienda amenaza con robar protagonismo a la Olimpiada y aunque antes del último movimiento de una pieza en Khanty-Mansiysk ya se conocerá al ganador, la repercusión del proceso eleccionario probablemente afectará el desarrollo de todo el evento e incluso podría dividir, una vez más, al mundo del ajedrez.

Publicado en Cubasí

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