Gloria y tragedia en los Juegos Olímpicos
Las premiaciones son momentos inolvidables, porque después de un enorme esfuerzo, el atleta recibe su presea y escucha el himno de su país. En la centenaria historia de los Juegos Olímpicos de la era moderna han ocurrido hechos muy curiosos relacionados con las ceremonias. Por ejemplo, en los Juegos de Helsinki, en 1952, el corredor Josy Barthel, del Gran Ducado de Luxemburgo, triunfó en los 1500 metros planos; pero, de seguro, no recordó con agrado la premiación, pues aunque le entregaron el título, la banda de música no pudo interpretar el himno de su país…porque esa pieza no figuraba en el repertorio.
Años después, en 1968, en los Juegos de Ciudad México, los corredores estadounidenses Tommie Smith y John Carlos protagonizaron una de las mayores protestas políticas en citas estivales...