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Los Patriots consolidan su leyenda con un milagro en el Super Bowl LI

Los Patriots de Nueva Inglaterra consolidaron su leyenda al lograr la mayor remontada en la historia del Súper Bowl que los condujo a una asombrosa victoria, por 34 a 28, en tiempo extra, sobre los Falcons de Atlanta, en el Estadio NGR, de Houston.

Cuando faltaban poco más de ocho minutos por jugar en el tercer cuarto, todo parecía perdido para los Patriots. Hasta ese momento, los Falcons habían dominado ampliamente el juego y marchaban delante 28 a 3. Nadie, ni siquiera los más empedernidos fanáticos de Tom Brady, pudieron imaginar lo que sucedería en lo adelante.

Casi al final de ese cuarto, Brady recortó distancia, con un pase touchdown a James White; pero, para sorpresa de todos, el pateador Stephen Gostkowski, uno de los más seguros en la NFL, falló el punto extra. Por tanto, los Patriots entraron a los 15 minutos conclusivos con desventaja de ¡19 puntos!

Quizás los Falcons se sintieron campeones antes de tiempo. La ofensiva, que había sido indetenible durante gran parte del desafío, dejó de funcionar y la defensa, que había golpeado a Brady de todas las formas posible, que había interceptado al mariscal y había forzado un balón suelto, de repente también dejó de hacer su trabajo.

A partir de ahí, Brady tomó el control del partido. Los Patriots llegaron a la zona roja, pero no pudieron concretar el TD, así que tuvieron que conformarse con patear un gol de campo. Esta vez, Gostkowski no erró y colocó la pizarra 12-28. New England estaba a dos anotaciones, pero con apenas 9 minutos por jugar, por lo que los Falcons solo necesitaban controlar el ovoide, lograr primeros downs y quemar el reloj. No hicieron nada de esto.

Con 5:56 en el reloj, Brady encontró por la izquierda a Danny Amendola para un TD que terminó con una exitosa conversión de dos puntos. El Súper Bowl LI, que había sido muy aburrido, comenzó a ponerse interesante. Los Falcons hilvanaron un prometedor drive, pero ni lograron anotar, ni tampoco consumieron tanto tiempo, por lo que entregaron el ovoide a Brady con tres minutos y medio. Tiempo más que suficiente para un mariscal que ha demostrado, a lo largo de la historia, que en momentos cruciales no ha habido ninguno mejor que él.

Brady conectó con diferentes receptores abiertos y, con menos de un minuto, James White corrió una yarda para entrar en la tierra prometida. El milagro estaba cerca de concretarse, pero todavía era necesario lograr la conversión de dos puntos que igualara el partido. Ya podemos imaginar el resultado: Brady pasó a Amendola y explotó Houston. 28 a 28.

En el tiempo extra, el corredor James White recorrió las últimas dos yardas para el TD que dio el quinto título de Súper Bowl a la pareja más exitosa en la historia de la NFL: la de Tom Brady con el coach Bill Belichick.

A lo largo de su muy exitosa historia en el siglo XXI, los Patriots habían obtenido triunfos espectaculares en Súper Bowl, con patadas decisivas en los segundos finales de Adam Viniateri contra los Rams y Panthers; pero absolutamente nada puede compararse con la remontada de ¡25 puntos! que lideró Brady.

Si alguien tenía alguna duda sobre cuál había sido el mejor mariscal de campo de todos los tiempos en la NFL, tras lo vivido en Houston de seguro esas dudas quedaron despejadas.

Estadísticas de un juego inolvidable

Tom Brady, 43 pases completos en 62 intentos, 466 yardas, 2 TD

James White, 29 yardas por tierra, 110 yardas por aire, 3 TD

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