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Las dos K del ajedrez vuelven a unirse…para recaudar dinero

Karpov, Kasparov y Carlsen
Karpov, Kasparov y Carlsen

La campaña por la presidencia de la FIDE del duodécimo campeón mundial de ajedrez, el ruso Anatoly Karpov, vivió un momento muy importante en su cena de recaudación de fondos, celebrada en el elegante hotel Trump SOHO de Nueva York. Los dos invitados más ilustres de la fecha fueron Garry Kasparov y su discípulo, Magnus Carlsen.

El prodigio nunca antes había estado en Nueva York y una de sus frases, recogidas por el sitio ChessBase, que más me llamó la atención fue en la que se burló del poco interés que había despertado el Grand Prix que se celebra en la ciudad de Astrakhan. Lo curioso de esto es que precisamente a través de estos Grand Prix (una idea del presidente de la FIDE, Kirsan Ilyumzhinov) se pueden lograr dos boletos al próximo ciclo por el campeonato del mundo 2011-2012. ¿No le interesa la corona a Carlsen? Por supuesto que sí, solo que no a través de este sistema que tal vez reciba cambios con la posible llegada a la presidencia de Karpov.

Después de jugar solo un Grand Prix, Carlsen aclaró que no participaría más. Y su presencia en la cena de Karpov es un claro indicativo de cuál es su candidato favorito ¿o quizás está siguiendo los consejos de su entrenador Kasparov? El Ogro de Bakú y Anatoly Karpov fueron enemigos “íntimos” dentro y fuera de los tableros durante más de una década; sin embargo, esas posiciones encontradas desaparecieron y en 2009, en su publicitado match que rememoró el cuarto de siglo de su primer enfrentamiento, ambos intercambiaron continuos elogios, lo cual hubiera sido impensable en los ochenta o noventa del siglo pasado.

Kasparov apoya la candidatura de Karpov. Probablemente no lo haya dicho abiertamente, pero sin dudas le interesa—y mucho—que su antiguo rival ocupe la presidencia de la FIDE. El Ogro sigue enfocado en la política y es un gran crítico del Kremlin, sobre todo del primer ministro Vladimir Putin. Para Kasparov podría serle muy útil contar con un aliado en la máxima posición de una de las Federaciones más influyentes en el deporte ruso. Quizás por eso desde el Kremlin prevalezcan los criterios favorables a Ilyumzhinov.

La partida del ajedrez político apenas acaba de comenzar.

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