La crisis económica golpea a todos los deportes y la Fórmula uno no ha podido escapar de estos problemas, quizás por su enorme dependencia de la industria automovilística; sin embargo, más allá de las carencias financieras fueron los escándalos vividos en las pistas durante 2009 y las increíbles declaraciones de importantes directivos los que hicieron aún más polémica la temporada.
En una de las campañas menos reñidas de los últimos tiempos, el británico Jenson Button, de 29 años, logró su primera corona y la décima para pilotos de esa nación. Uno de los elementos más curiosos en la historia de Button es que antes había participado en 113 carreras y nunca pudo subir a lo más alto del podio; pero en 2009 protagonizó uno de los inicios más espectaculares de la F1 al ganar seis de las siete primeras pruebas.
La enorme diferencia alcanzada por Button en los primeros dos meses fue suficiente para aventajar al resto de los pilotos; aunque las sorpresas no terminaron allí porque en la segunda posición concluyó el otro miembro de la escudería BrawnGP, el brasileño Rubens Barrichello.
Además de la amplia victoria de Button, resaltó la baja combatividad del anterior campeón, el también británico Lewis Hamilton y los pobres rendimientos del español Fernando Alonso y del finlandés Kimi Raikkonen.
El 2009 fue una temporada en la que los más poderosos constructores quedaron lejos de sus pronósticos y empresas con menores presupuestos, como BrawnGP— que surgió hace menos de un año y es un resultado directo de la crisis, pues nació a partir de la retirada del equipo Honda—y Red Bull alcanzaron mejores resultados que Ferrari, Renault o McLaren.
Sin embargo, la F1 no llegó a los titulares de los medios de comunicación por cerradas carreras o la rivalidad entre pilotos y escuderías, sino por los escándalos, dentro y fuera de las pistas.
Si alguien tenía dudas sobre la poca limpieza imperante en la F1, nada mejor que leer las explosivas declaraciones del brasileño Nelson Piquet Jr. quien aseguró ante la Federación internacional de automovilismo (FIA) que los directivos de Renault le “pidieron” que chocara a propósito su auto durante el Gran Premio de Singapur, en 2008.
Piquet Jr. declaró que se encontraba «bajo estrés», ya que el patrón del equipo, Flavio Briatore, había retrasado los plazos para renovar su contrato y solo si cumplía con el choque intencional quedaría cerrado el nuevo acuerdo.
Finalmente Piquet Jr. cumplió con la “petición” y su acción forzó la salida del carro de seguridad, una maniobra que benefició a Fernando Alonso, su compañero en Renault, quien ganó la carrera. La FIA abrió una investigación que encontró culpables a Briatore y al director técnico Pat Symons.
La crisis de credibilidad redujo tanto los ingresos de la F1 que, en un movimiento claramente publicitario, el ya retirado alemán Michael Schumacher divulgó por todas partes, en medio de la temporada, que regresaría a las pistas con Ferrari, en sustitución del lesionado piloto brasileño Felipe Massa.
El anuncio produjo los resultados esperados: más titulares y una gran expectación por ver correr, una vez más, al gran Schumacher; sin embargo, el siete veces campeón mundial explicó después, mucho después, que su cuello no era el mismo y, por tanto, no retornaría a la competencia.
Para completar una temporada olvidable, el máximo responsable de la F1, Bernie Ecclestone, se aventuró a decir, en una entrevista publicada por el diario brasileño Folha de Sao Paulo, que la muerte en 1994 de Ayrton Senna—el único monarca que ha fallecido en una carrera—fue lamentable; pero, al mismo tiempo, buena para la F1 debido a que atrajo más al público. ¡Increíble!
Ante todas estas dificultades, ya la FIA dio a conocer varios cambios para la siguiente temporada; aunque, contradictoriamente, las modificaciones aparecen relacionadas con elementos tecnológicos de los autos, como si ellos fueran los culpables de los descalabros sufridos en 2009.
Por ejemplo, se ampliará el número de Gran Premios hasta 19, en lugar de 17; además, ingresarán entre tres y cuatro nuevos equipos; los monoplazas deberán cargar todo el combustible para la carrera y esto será posible porque llevarán un depósito mayor. Las novedosas variantes incluyen también neumáticos delanteros más estrechos.
La F1 continúa pagando millones de dólares a los pilotos y el extenso contrato de Fernando Alonso con Ferrari demuestra que, a pesar de las incesantes lamentaciones por el estado financiero de las escuderías, el negocio sigue adelante y a esto contribuye, cada vez menos, la actuación de los pilotos sobre las pistas.
Los fanáticos, en este caso vestidos como jueces, mantienen la bandera roja en alto para toda la F1, solo que ni los directivos, ni empresarios, a veces ni siquiera los atletas parecen darse cuenta de esto.
Publicado en Cubasí
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