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Levon Aronian, mi favorito para ganar el Torneo de Candidatos y retar a Carlsen

El Torneo de Candidatos, que se celebrará en Berlín y del que emergerá el retador del campeón mundial, el noruego Magnus Carlsen, no parece tener un claro favorito. Esta es una idea que comparten muchos, entre ellos dos de los Grandes Maestros que estarán en la capital alemana: Alexander Grischuk y Vladimir Kramnik.

“No hay outsiders en el torneo. Creo que por primera vez en la historia es imposible predecir jugadores que, definitivamente, no ganarán el certamen. Por lo general siempre hay uno o dos ajedrecistas que quizás tengan una buena actuación, pero no ganen el Torneo de Candidatos. Esta vez la situación es completamente diferente, ya que todos tienen iguales posibilidades de tener éxito”, concluyó el veterano Kramnik, el segundo de mayor ELO en Berlín (2800 puntos), el de más edad y el único de los ocho que ha sido alguna vez campeón del mundo.

En Berlín no deberíamos guiarnos por el ELO. El ruso Sergey Karjakin es el de menor coeficiente (2763); sin embargo, dos años atrás ganó el Torneo de Candidatos y llegó a las partidas rápidas en el match contra Carlsen. Por tanto, poco importará a la hora de realizar pronósticos que el azerí Mamedyarov ostente 2814 unidades, 51 más que Karjakin.

Será un torneo largo (14 rondas, 17 días), donde cada detalle pesará, desde la preparación previa (para mí un bombazo que Anish Giri esté en el equipo de entrenadores de Kramnik), hasta la condición física de los Grandes Maestros. El desgaste mental y del cuerpo promete ser enorme.

Quizás no pocos seleccionen a los más jóvenes (y, por supuesto, dueños de un talento extraordinario) Fabiano Caruana y Wesley So como los de más opciones de triunfar en Berlín; pero considero que, finalmente, ha llegado el momento del armenio Levon Aronian, uno de los jugadores más estables de la última década, y que nunca ha disputado un match por la corona. Aronian ha estado a las puertas del ansiado match en varias ocasiones, pero ha fallado en el momento decisivo. En Berlín, el armenio sabe que juega, tal vez, su último ataque con reales posibilidades de llegar hasta el rey.

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