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Los latinos que más pueden brillar en la NFL

En la temporada 2016-2017 de la National Football League (NFL), el aporte de varios jugadores de origen latino será clave para las aspiraciones de sus equipos de incluirse en el partido más esperado del año: el Súper Bowl LI, que acogerá Houston. Además, para Latinoamérica, esta campaña será histórica, porque marcará el regreso de la competición, con un partido oficial, al Estadio Azteca, de la Ciudad de México.

Gran parte de las miradas estarán centradas en los Vaqueros de Dallas,  un equipo con muchos seguidores latinos y que tiene en su nómina de mariscales a dos de raíces mexicanas: la estrella Tony Romo—que estará al menos diez semanas de la campaña regular en la lista de lesionados— y el recién llegado Mark Sánchez, quien no pudo sobresalir con los Broncos de Denver y fue cortado; pero, de inmediato, la franquicia de la estrella solitaria se hizo con los servicios del veterano jugador que actuará, de momento, como mentor de Dak Prescott.

Sánchez proviene de una familia de mexicanos-estadounidenses. Este mariscal brilló en el fútbol colegial y fue firmado por los Jets de Nueva York. En sus dos primeras campañas lideró a este equipo hasta la final de la Conferencia Americana y, aunque en ambas ocasiones perdieron los Jets, no pocos pensaban que Mark seguiría jugando en esa franquicia. Sin embargo, en las campañas posteriores descendió su rendimiento.

En 2013 fue transferido a las Águilas de Filadelfia, donde en dos años no tuvo mucha acción—apenas 13 partidos, 10 como titular— y su experiencia en Denver también resultó muy breve. Veremos cómo le va en el rol de suplemente en Dallas.

¿Qué otros jugadores de origen latino podrían sobresalir en la venidera temporada?

Probablemente el jugador latino sobre el que más se habló en la pretemporada haya sido Roberto Aguayo, el pateador de los Bucaneros de Tampa Bay. Este jugador, hijo de padre mexicano, fue firmado en la segunda ronda del draft, después de brillar con el equipo de la universidad Florida State, donde se consolidó como un jugador infalible en los puntos extras y con capacidad física para anotar goles de campo en distancias medias.

Aguayo dejó marcas importantes en la NCAA que lo convirtieron en el pateador con más puntería en la historia del fútbol americano colegial, pues conectó el 96.7 % de sus patadas (267 de 276) y no falló ni un solo de los 198 intentos de puntos extras.

Otro pateador latino titular es el brasileño Cairo Santos, quien nació en Sao Paulo y arribó a Estados Unidos como estudiante de intercambio. Allí fue reclutado por la Universidad de Tulane, con la que marcó 312 puntos en 50 partidos en 2 años. Esto convenció a los directivos de los Jefes de Kansas City, que lo firmaron en 2014.

La temporada pasada, Santos convirtió 30 de los 37 goles de campo intentados y 39 de los 41 puntos extras. Los Jefes avanzaron a la postemporada y, en los dos juegos realizados, el brasileño tuvo una actuación destacada, al convertir cinco goles de campo y cinco puntos extras. En la campaña 2016-2017, Cairo volverá a ser el pateador titular de un equipo que tiene como objetivo retornar a los playoff.

Los Delfines de Miami confían en que el linebacker Kike Alonso, quien nació en Colombia y su padre es un cubano criado en Puerto Rico, pueda jugar un rol clave en la defensiva de un equipo que ha estado hundido en el ostracismo y que no avanza a la postemporada desde 2008.

Alonso debutó en la NFL en 2013, con los Bills de Búfalo y su impacto fue inmediato en la organización, a tal punto que fue nombrado el Novato defensivo del año; pero, en las dos campañas posteriores, mientras jugaba para las Águilas de Filadelfia, las lesiones en las rodillas impidieron que estuviera mucho tiempo sobre el campo de juego. Ahora, en Miami, junto a Cameron Wake y Ndamukong Suh, Alonso espera recuperar una carrera que parecía muy prometedora.

Un jugador de raíces boricuas que también espera al menos acercarse al nivel que un día tuvo es el receptor abierto de los Gigantes de Nueva York, Víctor Cruz. Entre 2011 y 2013, Cruz logró tres temporadas consecutivas con más de 900 yardas de recepción. En ese período, obtuvo un anillo de campeón del Súper Bowl, cuando su equipo venció a los Patriotas de Nueva Inglaterra.

Luego, las lesiones han impedido el avance del atlético receptor, conocido también por los pasos de salsa que daba cada vez que anotaba un touchdown. Los problemas en las pantorrillas lo mantuvieron sin ver acción en la NFL durante gran parte de 2014 —cuando solo intervino en seis partidos— y perdió toda la temporada de 2015.

Cruz parece recuperado para esta campaña y pudiera formar junto al espectacular Odell Beckham Jr. una de las duplas de receptores más dinámicas de la NFL.

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