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¿Es el adiós definitivo de Magnus Carlsen al ajedrez clásico?

La reciente explosión de frustración de Magnus Carlsen en el Norway Chess tras su derrota ante el campeón mundial Dommaraju Gukesh ha encendido las alarmas en el mundo del ajedrez. Las declaraciones del noruego, insinuando, una vez más, la posible retirada del ajedrez clásico, han generado un intenso debate. Sin embargo, analizando los hechos, creo que estamos ante un «calentón» momentáneo del noruego, más que una renuncia absoluta por parte del ajedrecista más dominante de nuestra era.

Las ideas centrales de la situación

La derrota contra Gukesh, quien con solo 18 años se ha convertido en el campeón mundial más joven, fue un golpe doloroso para Carlsen. No solo por el resultado en sí, sino por la forma en que se produjo: el noruego dejó escapar una posición totalmente ganadora, lo que provocó una visible reacción de frustración, incluyendo un golpe en la mesa que derribó piezas. Este incidente es clave para entender el contexto de sus declaraciones.

Carlsen ha manifestado una creciente falta de motivación por el ajedrez clásico, argumentando que las posiciones se vuelven repetitivas y que la satisfacción de una victoria no compensa el dolor de una derrota. Su preferencia por el ajedrez rápido y las modalidades «freestyle» (con posiciones iniciales aleatorias) es notoria. De hecho, el propio Carlsen ya había renunciado a defender su título mundial de ajedrez clásico anteriormente y se ha retirado de otros eventos clásicos de forma selectiva.

La prensa especializada y otros grandes maestros, como Hikaru Nakamura, han comentado sobre la alta probabilidad de que Carlsen reduzca significativamente su participación en torneos clásicos. ¿Qué le queda por ganar a Carlsen? Nada. Quizás solo superar el récord de Garry Kasparov de 20 años consecutivos como número uno del mundo. Una retirada completa del ajedrez clásico pondría en jaque este objetivo. Me parece que solo esto lo mantiene en activo en esta modalidad, ya que los 2900 puntos ELO parecen muy lejanos.

¿Un «calentón» pasajero?

El ajedrez clásico demanda una inversión de tiempo y energía mental que Carlsen parece no estar dispuesto a sacrificar en este momento. La derrota ante Gukesh, en particular, parece haber sido la gota que colmó el vaso, exacerbando un descontento que ya venía gestándose. Es plausible que Carlsen esté atravesando un período de reflexión sobre su relación con el ajedrez clásico, buscando un equilibrio que le permita disfrutar del juego sin el desgaste que le produce.

Considerando su historial de competitividad y sus metas a largo plazo, es difícil imaginar a Magnus Carlsen abandonando por completo el ajedrez clásico. Es más probable que veamos una participación más selectiva en los próximos años, priorizando torneos y formatos que le resulten más estimulantes. Mientras termino de escribir este post…Carlsen acaba de derrotar, en la partida clásica, a Fabiano Caruana y llegará a la última ronda del Norway Chess solo en la primera posición.

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