El Manchester United se impuso 3-0 ante el Liverpool, en Old Trafford, durante el clásico inglés con dos jugadores como protagonistas: el asturiano Juan Mata en el centro del campo y el portero David de Gea quien detuvo cada intento de reacción de su rival. Las apuestas de fútbol no fallaron y los locales se impusieron no sin dificultades.
Los jugadores del técnico Louis Van Gaal llevan seis victorias consecutivas y consolidan la tercera plaza en la clasificación de la Liga Premier. Este factor ha hecho que las apuestas de fútbol ascendieran, además en la clasificación solo les superan el Chelsea, que es el líder, seguido del Manchester City.
Quizá David de Gea haya sido el verdadero protagonista de la jornada, a pesar de la aparente superioridad del equipo de Van Gaal. El Liverpool por su parte le plantó cara al United, pero no fue capaz de superar la portería de Gea quien intervino en al menos seis ocasiones in extremis para salvar a su club, lo que acabó por desesperar al italiano Mario Balotelli y a Raheem Sterling quienes no fueron capaces de marcar ante el ex-portero del Atlético de Madrid cada vez que estuvieron frente a frente.
El Manchester United tomó ventaja en el partido antes de cumplirse los primeros quince minutos de juego, por un gol de Wayne Rooney quien remató una acción del ecuatoriano Antonio Valencia, cuando ya había intervenido en alguna ocasión de Gea.
La reacción del Liverpool se concretó en una superioridad en el centro del campo y el acoso a la portería del español; sin embargo fue Juan Mata el que revolucionó al equipo de Manchester, al rematar en el segundo palo un balón que le cedió Robin Van Persie justo antes del descanso y que significó el 2-0.
La estrategia del técnico Brendan Rodgers fue sacar a Balotelli y a Lazar Markovic, lo que hizo al United emplearse a fondo en la parte de atrás a la defensiva. De Gea libró al equipo de varias ocasiones claras de gol, y eso sirvió para que el club local, a veinte minutos del final, dejara cerrado el resultado con un gol de Van Persie.
Este resultado pone en evidencia el mal estado del Liverpool que se hunde en la tabla de posiciones, donde aparece en la décima plaza y solo ha logrado dos triunfos en los últimos cinco partidos.