Apenas un mes después de que los Medias Rojas de Boston obtuvieran su tercer anillo de Serie Mundial en la última década, las franquicias de la MLB—desde las más poderosas hasta los Astros y Marlins— se han lanzado en una búsqueda desenfrenada por mejorar sus nóminas. Nada nuevo bajo el sol, pero sí es impresionante cómo ha reaparecido la danza de los millones y hemos visto movimientos realmente arriesgados que confirman, al menos para mí, una cosa: aquella idea de los “peloteros franquicias” en la era de la agencia libre está completamente olvidada.
Por supuesto que la gran noticia del “mercado invernal” fue el absurdo contrato de 240 millones de dólares por 10 años que le ofrecieron los Marineros de Seattle al dominicano Robinson Canó. Siempre pensé que los Yankees terminarían por convencer a Canó y a su agente Jay Z para que este jugador terminara su carrera con los Mulos de Manhattan; pero, al parecer, la franquicia más poderosa del mundo deportivo quería evitar dos cosas: pagar otra vez el “impuesto de lujo” por sobrepasar una nómina de 189 millones de dólares y, especialmente, ha quedado demostrado que contratos tan extensos no terminan (a veces ni tan siquiera empiezan) de la mejor manera. Para cualquier duda, podemos analizar los “casos” de Alex Rodríguez y Albert Pujols.
Los Yankees decidieron renovar gran parte de su staff—aunque mantuvieron, para sorpresa mía—al director Joe Girardi por otras cuatro temporadas. Entre las adiciones están las del boricua Carlos Beltrán (45 millones, por 3 años), el receptor Brian McCann (85 millones) y el jardinero Jacoby Ellsbury (153 millones, otro movimiento inexplicable) quien llega proveniente del “odiado” rival, casi de la misma forma que Johnny Damon. Además, los Yankees garantizaron la presencia del japonés Hiroki Kuroda por otro año más al pagarle 16 millones. Ahora solo les queda resolver un “problemita”: ¿quién defenderá la tercera base? Supongo que en el Bronx estén esperando con nerviosismo el resultado de la ya concluida audiencia de apelación de Alex Rodríguez. Si se confirmara su suspensión por 211 partidos, entonces los Yankees tendrían a su disposición 25 millones más para ir de “compras”.
Estos son otros contratos llamativos:
Boston: dos años y 32 millones más para Mike Napoli como primera base; además, añadieron a Edwin Mujica a su cuerpo de relevistas y apostaron por A.J. Pierzynski en la receptoría.
San Luis: a muchos nos sorprendió el contrato que ofrecieron los campeones de la Liga Nacional al torpedero Johnny Peralta (¡52 millones!), sobre todo después de que este jugador fuera suspendido al final de la temporada anterior.
Detroit: cambiaron a Prince Fielder a los Rangers y recibieron a Ian Kinsler (sin dudas el Príncipe no convenció con su pobre rendimiento en la postemporada) y lograron, al fin, tener a un cerrador con historia: Joe Nathan. Para completar, enviaron a Doug Fister a los Nacionales (extraordinaria la rotación de abridores de Washington).
Mets NY: Curtis Granderson (60 millones por 4 años) le aportará más ofensiva a un equipo que ha sido mediocre por más de un lustro.
Medias Blancas de Chicago: los 63 millones que pagaron por la incorporación de José Dariel Abreu sin dudas implican que el cubano será el regular de la primera base y parecía que esto marcaría el final de Paul Konerko, pero la franquicia decidió mantener otro año a este pelotero.
San Francisco: firmaron a Tim Hudson y mantuvieron a Ryan Vogelsong
Minnesota: reforzaron su rotación abridora con la incorporación de Ricky Nolasco y…Phil Hughes.