Demasiada buena suerte para el Chelsea
No deberían haber levantado la “orejona” de la Liga de campeones de la UEFA. Ni siquiera debieron jugar el partido de fútbol más esperado del año; pero el Chelsea inglés tuvo toda la buena suerte del mundo, combinada con la ofensiva oportuna de Didier Drogba, la capacidad atlética de Peter Cech y los continuos e incomprensibles fallos del Barcelona y el Bayern Múnich. Creo que el triunfo de los “blues” solo es comparable, en cuanto a la sorpresa, con el del Oporto, en 2004.
El partido en la Alianza Arena pudo concluir por goleada; sin embargo, los locales desperdiciaron tantas oportunidades que parecía que el desafío llegaría al tiempo extra sin movimiento en el marcador. Entonces vino el gol de Muller, cuando solo faltaban 7 minutos para el final y los germanos se creyeron campeones. Alg...