El «money man» lo ha vuelto a hacer. Floyd Mayweather Jr. se retiró con récord perfecto de 50 peleas ganadas (claro, aquí se cuenta el montaje contra Conor McGregor); pero su legado en el boxeo será más que discutible, especialmente porque él mismo se ha encargado de ensuciarlo. De seguro no le importa, mientras siga recibiendo millones de dólares por utilizar su nombre para farsas como la que sostendrá contra el youtuber Logan Paul.
Como espectáculo circense funciona muy bien. Probablemente muchos abran la billetera en el pay-per-view para «disfrutar» de la farsa en el Hard Rock Stadium. Mayweather Jr., de 44 años, «enfrentará» al youtuber de 26 años, quien solo ha tenido una «pelea» anterior. Ambos son bocazas y tienen millones de seguidores en redes sociales digitales. El show está garantizado. El problema está en que algunos insisten en llamar a esto un combate de boxeo. No lo es.
El «maestro de marionetas» recibirá 10 millones de dólares por la farsa, más el 50% de lo que se genere por el PPV. Mientras, Logan obtendrá 250 mil y el 10% de las ventas de PPV. Enfatizo en el tema monetario, porque de esto se trata en este circo que daña la imagen de un deporte de por sí ya muy mancillado. Triste que un hombre al que presentan, basado en los números, como uno de los mejores boxeadores de la historia se haya convertido en un bufón.