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Otra Serie Nacional, el mismo favorito

Comienza la pasión de los cubanos con cambios en la estructura
Comienza la pasión de los cubanos con cambios en la estructura

La espera ha terminado y luego de algunos meses de inactividad, el béisbol regresa a los estadios cubanos con la temporada 48 de la Serie Nacional que presenta nuevas e interesantes variantes en el sistema de clasificación y en los play offs; aunque en este ambiente de cambios, el favorito no varía: Santiago de Cuba luce, una vez más, el equipo a derrotar.

Un rápido vistazo a las innovaciones de la Serie 48 permite apreciar que la Comisión Nacional ha escuchado el reclamo de fanáticos y especialistas sobre la forma de clasificar a las selecciones a los play offs. Después de quince años, desaparece la división en cuatro grupos y se regresa a las zonas, occidental y oriental, donde los ochos equipos de cada una lucharán por obtener los puestos a la siguiente fase.
Este cambio beneficia al espectáculo y propicia que la tensión se mantenga hasta las últimas jornadas de juego. Por ejemplo, Pinar del Río tiene que preocuparse mucho más ahora. Si antes se sabía antes del inicio que los pinareños tenían su lugar en los play offs casi seguro, por compartir el grupo con novenas débiles como Metropolitanos, Matanzas y la Isla de la Juventud, el panorama es diferente en la Serie 48: los actuales subcampeones nacionales son favoritos para avanzar, solo que su posición, entre la primera y la cuarta, es una interrogante que únicamente responderá el terreno.

El segundo cambio significativo es en la cantidad de partidos de los primeros enfrentamientos de la postemporada. Desde 1997 los cuatro clasificados en las zonas se eliminaban en series particulares al mejor de cinco, una cifra que aumentará hasta los siete desafíos en este campeonato. La idea parece acertada y aunque exigirá un mayor esfuerzo en los atletas, posibilitará que aquellos que comiencen debajo tengan más oportunidades de recuperarse.

Una tercera variante, muy aplaudida, es el retorno de la Liga de Desarrollo, con 16 equipos y 52 desafíos. Tal vez los problemas económicos demoraron su reaparición, pero la Liga llega en un momento donde el béisbol cubano necesita desarrollarse a un ritmo más acelerado. En el mundo entero las selecciones de todas las modalidades deportivas cuentan con sucursales donde prueban a sus talentos más jóvenes. Los que muestran un rendimiento notable, ascienden a la categoría superior, en este caso a la Serie.

Al mismo tiempo, la Liga funcionaría como un elemento de presión en los peloteros de la Serie con bajos números estadísticos, ya que podrían perder su lugar en la nómina de 27 jugadores y descender a la Liga. 

La Serie será interrumpida durante 45 días, a finales de febrero de 2009, para la preparación de la selección nacional que jugará el II Clásico Mundial. Esta interrupción es muy lógica; sin embargo, afectará al espectáculo; aunque existe un consenso general sobre la necesidad de concentrar a los mejores jugadores durante un tiempo.

En este panorama renovador, el gran favorito de la Serie 48 vuelve a ser Santiago de Cuba. Ningún otro equipo se acerca al poder ofensivo de los santiagueros y como si una alineación conformada por Ronnier Mustelier, Héctor Olivera, Alexei Bell, Rolando Meriño, José Julio Ruiz, Pedro Poll, Luis Miguel Navas y Reutilio Hurtado no fuera suficiente, el cuerpo de lanzadores estará reforzado por Danny Betancourt; mientras la recuperación de Félix Rivera ayudaría a los relevistas.

La lucha por la clasificación en el oriente, al igual que en temporadas previas, deberá ser más fuerte, con Villa Clara como el principal rival de Santiago. La pregunta de muchos es de qué forma responderá esa selección a un sistema de dirección diferente al de Víctor Mesa. La reincorporación de Robelio Carrillo y una mejor forma física de Luis Borroto podrían ser claves fundamentales en los villaclareños.

Ciego de Ávila y Las Tunas, antiguos miembros del fortísimo grupo C, presentan nóminas similares y sus virtudes y defectos parecen ser los mismos. Granma, Camagüey, Holguín y Guantánamo son los equipos de los “si”. Si los granmenses muestran una defensiva más completa, entonces entrarían en la pelea porque la ofensiva es potente, en especial el trío conformado por Alfredo Despaigne, Yohennis Céspedes y Yordanis Samón.

Holguín es un equipo muy joven y talentoso, con el pitcheo como su arma fundamental. Lo mismo podría decirse de los camagüeyanos; mientras los guantanameros extrañarán a algunas de sus figuras que pasaron al retiro.

La zona occidental tiene menos interrogantes. Ya no hay grupos; sin embargo, pocos dudan que Industriales—con Germán Mesa en el banco—, Sancti Spíritus, La Habana y Pinar del Río, en cualquier orden, no estén en los play offs; pues ni la Isla de la Juventud, Metros, Cienfuegos o Matanzas lucen con una nómina capaz de frenar a los cuatro grandes del occidente.

Los ojos de los fanáticos estarán centrados en el pinareño Pedro Luis Lazo quien con cada éxito incrementará su récord nacional de victorias, en lo que ha asegurado el carismático lanzador será su último año; también llamarán la atención Carlos Yanes, todo un ejemplo de combatividad en su Serie número 26 y Alexei Bell, presionado por repetir su increíble ofensiva de la temporada anterior. La pasión ha regresado. Solo nos queda disfrutarla. 

Publicado en el portal Cubasí

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