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Los tokens que cambiaron el juego

El deporte vive una revolución silenciosa. No ocurre en los estadios ni en las canchas, sino en el espacio digital. Desde el Manchester City hasta la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), los clubes están descubriendo que la blockchain puede ser mucho más que una moda tecnológica: es la llave de un nuevo modelo de conexión con sus hinchas.

Los llamados fan tokens se han convertido en el puente entre el fervor deportivo y la economía digital. Son activos basados en blockchain que permiten a los aficionados participar en decisiones del club, acceder a experiencias exclusivas y, en algunos casos, invertir en el futuro de sus equipos.

De espectadores a protagonistas

Durante décadas, el fanático fue un observador. Gritaba, sufría y celebraba, pero su voz rara vez tenía peso real en el destino del club. Los fan tokens alteran ese equilibrio. Al adquirirlos —por ejemplo, a través de plataformas como Socios.com o Binance— los aficionados pueden votar en encuestas oficiales: elegir la música del estadio, el diseño de la camiseta o incluso proponer causas solidarias.

Clubes de la Liga Premier como Manchester City ($CITY), Arsenal ($AFC) o Tottenham Hotspur ($SPURS) han encontrado en estos tokens una herramienta para mantener a sus comunidades activas más allá de los partidos. El poseedor de un token deja de ser un seguidor pasivo para convertirse en parte del ecosistema del club.

El nuevo ecosistema del deporte

La expansión de los fan tokens ha sido vertiginosa. Según datos de Chiliz, el mercado supera ya los 200 millones de dólares y continúa creciendo a medida que más equipos buscan diversificar ingresos.

Las ventajas son múltiples: los clubes obtienen nuevas fuentes de financiamiento; los hinchas acceden a beneficios exclusivos; y el entorno deportivo se abre a la innovación financiera. Sin embargo, la fiebre por los tokens no está exenta de riesgos.

La volatilidad es uno de los principales desafíos. En 2023, por ejemplo, el token del Paris Saint-Germain ($PSG) se desplomó casi un 40 % tras la salida de Lionel Messi, lo que evidencia cómo los resultados deportivos y las emociones de los fanáticos influyen directamente en el valor de estos activos digitales.

Pese a ello, el fenómeno sigue expandiéndose hacia otros deportes y territorios: la UFC, Fórmula 1, NBA y hasta equipos de esports ya experimentan con sus propios tokens, buscando atraer a audiencias jóvenes y tecnológicamente activas.

Argentina y el salto al futuro

En América Latina, la AFA se convirtió en la primera federación del mundo en institucionalizar la tokenización deportiva. En alianza con la fintech WIN Investments, la federación argentina ahora permite que los clubes accedan a financiamiento mediante la tokenización de derechos formativos de jugadores.

El presidente Claudio “Chiqui” Tapia lo resumió así: “El fútbol argentino vuelve a ser pionero. Con esta alianza, abrimos una nueva etapa de innovación, transparencia e inclusión en el deporte”.

¿Inversión o experiencia?

Aunque muchos los compran con la esperanza de obtener ganancias, los expertos insisten en que los fan tokens son tokens de utilidad, no de inversión. Su objetivo principal es ofrecer acceso, participación y recompensas, no beneficios financieros garantizados.

El problema es que el entusiasmo puede llevar a confusiones. Varios organismos europeos —como la CNMV en España o la FCA británica— ya advierten sobre la necesidad de regular la promoción de estos activos para proteger a los consumidores. El nuevo marco MiCA, que entrará en vigor en la Unión Europea, exigirá a los clubes mayor transparencia y claridad sobre qué derechos otorgan realmente estos tokens.

Un futuro descentralizado

La digitalización del deporte no se detendrá. Los fan tokens representan solo la primera capa de una transformación más profunda, donde la blockchain, la inteligencia artificial y los contratos inteligentes podrían reconfigurar el financiamiento, la gestión y la relación entre clubes y aficionados.

Si el siglo XX fue el del marketing deportivo, el XXI será el de la propiedad digital del fan. Porque ya no basta con llevar los colores en la camiseta: ahora también se pueden tener en la billetera digital.

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