
La noticia sacudió al mundo del ajedrez: con apenas 11 años, el argentino Faustino Oro consiguió en Madrid su primera norma de Gran Maestro. Lo llaman “el Messi del ajedrez” y no es exagerado: partida tras partida sobre el tablero demuestra un talento capaz de revertir posiciones adversas, sorprender con recursos brillantes y, sobre todo, jugar con una madurez que parece impropia de su edad.
Un récord de precocidad, solo detrás del campeón mundial
Con este logro, Faustino se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en conquistar una norma de Gran Maestro, solo superado por el indio Dommaraju Gukesh, que hoy ostenta la corona mundial. Una comparación que no hace más que dimensionar lo que está consiguiendo el prodigio argentino: seguir los pasos del campeón vigente antes siquiera de cumplir los 12 años.
Una norma brillante en un escenario polémico
El torneo “Leyendas & Prodigios” en Madrid se convirtió en la vitrina perfecta. No faltaron las voces críticas que insinuaron que la competencia estaba pensada para facilitarle el camino al prodigio argentino. La realidad fue otra: los requisitos que impone la FIDE para una norma de GM se cumplieron al detalle. Faustino enfrentó a varios grandes maestros de distintos países (entre ellos el GM cubano Omar Almeida), alcanzó una performance superior a los 2600 puntos de ELO y lo hizo con dos rondas de anticipación.
El triunfo clave ante Pichot
El momento cumbre fue la partida contra Alan Pichot, su compatriota que ahora representa a España. Pichot le ofreció tablas; pero Faustino eligió el camino difícil. Su jugada Tb1 fue un golpe de genio, que abrió la defensa rival y terminó inclinando la balanza.
Récords de precocidad y una proyección descomunal
Con este resultado, Faustino se convirtió también en el ajedrecista más joven de la historia en superar los 2500 puntos virtuales de ELO. Solo le faltan dos normas más para alcanzar el título de Gran Maestro, y tiene tiempo para intentar romper el récord del estadounidense Abhimanyu Mishra, quien lo consiguió a los 12 años y 4 meses. Oro dispone de más de cinco meses para lograrlo.
Pero más allá de los récords, lo que impresiona es su estilo. Puede jugar posiciones tranquilas con la paciencia de un veterano y, de repente, lanzar un zarpazo táctico que decide la partida. Comparado con sus pares, no tiene rival: incluso tomando como referencia al joven Carlsen, Faustino aparece por delante en nivel y logros.
Un futuro inevitable
El próximo reto para Faustino Oro será su debut en una Copa Mundial, donde jugará invitado especialmente por el presidente de la FIDE, junto a otros jóvenes talentos, entre ellos, Mishra. Si sigue con este ritmo, dentro de un año podría integrar el equipo olímpico de su país y en tres o cuatro estará instalado en la elite mundial. Que nadie dude: este niño se convertirá en Gran Maestro muy pronto.
Las críticas quedarán atrás; lo que importa son las jugadas que hablan por él. Y en Madrid Faustino Oro dejó claro que no es un producto inflado, sino un verdadero genio del tablero.
This article beautifully captures the incredible talent of Faustino Oro. His achievements are truly astonishing, and its inspiring to see such promise at such a young age. The comparisons to Carlsen are fascinating, but Oro has his unique style. Definitely a future to watch!