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El último “equipo soñado” en Olimpiadas


Kobe Bryant la considera una “idea estúpida” y, de seguro, la mayoría de los seguidores del baloncesto estaría de acuerdo con el doble monarca olímpico; pero el Comisionado de la NBA, David Stern, parece decidido a cumplir con las exigencias de los dueños de equipos: en la cita estival de Río de Janeiro, en 2016, probablemente solo participen jugadores con edad inferior a los 23 años.

La presencia en las Olimpiadas de los mejores jugadores de la liga profesional más competitiva del mundo comenzó en 1992. El impacto de ese torneo fue tan grande que todavía los expertos consideran la selección norteamericana que logró el título en Barcelona como la más completa de todos los tiempos y el único “Equipo soñado” de la historia.

En la nómina del “Dream Team” estuvieron estrellas que cambiaron el rostro del baloncesto en los años ochenta y noventa del siglo pasado. Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barckley, David Robinson, Pat Ewing, John Stockton, entre otros, impresionaron en la Ciudad Condal. La enorme publicidad que recibió esa selección contribuyó a la popularidad e internacionalización de la NBA.

Dos décadas después, el “experimento” de Barcelona ha dado excelentes resultados. El torneo olímpico de baloncesto es uno de los más seguidos en las citas estivales y, si en un principio solo brillaban los jugadores estadounidenses, en la actualidad las nóminas de casi todos los equipos que intervienen en las Olimpiadas cuentan con atletas de las principales ligas del orbe.

El dominio de los llamados “Equipos soñados” ha sido casi total. De las seis últimas Olimpiadas, han triunfado en cinco oportunidades y solo cayeron en la edición de Atenas, en 2004, cuando los argentinos, liderados por Manu Ginobili, sorprendieron a los norteños en la semifinal.

Antes de que se moviera el primer balón en Londres, hubo varias polémicas relacionadas con la presencia en la capital británica de jugadores de la NBA. Los dueños de los equipos le hicieron saber a David Stern su malestar con el hecho de “ceder” a sus atletas para la Olimpiada. Mark Cuban, propietario de los Dallas Mavericks, fue uno de los que exigió medidas para impedir el “agotamiento extra” o, al menos, recibir una compensación económica por ese “préstamo”.

Las palabras de Cuban fueron muy bien recibidas por otros dueños. Frente a tantas críticas, Stern intentó calmar los ánimos y apuntó que la NBA estaba comprometida con el baloncesto de la cita de Londres; pero que abogaría por cambios para la edición de Río de Janeiro, en 2016.

¿Qué propuso el Comisionado? Stern mostró su complacencia con el sistema implantado por la FIFA para las Olimpiadas. La organización que rige los destinos del fútbol considera al Campeonato mundial como su evento cumbre; mientras que a las citas estivales solo pueden asistir selecciones sub-23, con un refuerzo de tres jugadores de más experiencia. La NBA trataría de poner en práctica el mismo método; pero el anuncio de Stern recibió no pocas críticas.

Patrick Baumann, secretario general de la Federación internacional de baloncesto, aseguró que no aceptaba la idea. “Entendemos las preocupaciones de los propietarios de las franquicias, pero queremos que los Juegos sigan siendo atractivos y que el baloncesto sea uno de los platos fuertes de las citas olímpicas”, añadió el titular.

Las insinuaciones de los directivos de la NBA – que se enfrentaron abiertamente a los jugadores, en un conflicto que casi impide la celebración de la temporada 2011-2012- también molestaron a los atletas. Según Kobe Bryant: “la Olimpiada es la competición donde se enfrentan los mejores del mundo contra los mejores del mundo. Si nos centramos en el baloncesto, la reforma debilitaría el valor de los Juegos (…) No creo que hayan hablado del tema con nosotros. Sin embargo, nosotros sí hemos hablado del tema unos con otros, y es, verdaderamente, una idea estúpida”, concluyó el cinco veces campeón de la NBA, con Los Ángeles Lakers.

A pesar de los argumentos en contra de la restricción de edades, los dueños probablemente mantengan su postura inicial. Ellos pagan los millonarios salarios de las estrellas y no quieren que se repita lo sucedido con Blake Griffith, de Los Ángeles Clippers, quien se lesionó seriamente la rodilla durante uno de los entrenamientos de la selección estadounidense y quizás pueda perderse el inicio de la siguiente campaña.

Si se aprobara la limitación de edades, entonces el Campeonato mundial de baloncesto pasaría a ser el evento más importante de ese deporte, pues sería el único al que podrían asistir los jugadores de más experiencia de la NBA. Entonces, los propietarios solo “cederían” a sus atletas una vez cada cuatro años y no como sucede ahora, cuando los basquetbolistas intervienen en el Mundial y la Olimpiada.

¿Fructificará el proyecto de los dueños y dirigentes de la NBA? Faltan cuatro años para la cita de Río; pero no sería arriesgado pensar que la versión de 2012 fue la última del “Equipo soñado” de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos.

Publicado en CubaSí

2 comentarios

  • pitcher

    Esa medida, es probable que la apliquen, pero en el momento que en una Olimpiada el equipo de EE.UU no logre ser la medalla de oro, el mismo pueblo norteamericano, presionará y tendrán que volver las estrellas.
    Estos dueños, el espíritu olímpico no es nada que le interese

    • Saludos y gracias por comentar nuevamente en mi blog. La medida sí creo que la aplicarán, porque la FIBA tendrá que acatar lo que dictamine la NBA. Por tanto, en Río 2016 competirán basketbolistas menores de 23 años. ¿Terminará esto con el dominio estadounidense? El problema es que la medida de la NBA afectará a todos los países. ¿Qué hubiera sido de España sin los Gasol o Calderón? ¿Argentina sin Ginobili y Scola? ¿Francia sin Parker y los otros que juegan en la NBA? Entonces, estoy de acuerdo con ud. en que un estrepitoso fracaso haría reaccionar a los fanáticos norteamericanos y a la NBA; pero no estoy tan seguro de que llegue ese fracaso, porque las principales potencias asistirían a la siguiente Olimpiada también sin sus principales estrellas. Si se llegara a concretar el plan NBA sub-23, el baloncesto olímpico se resentiría y no poco. Dejaría de ser el gran espectáculo que ha sido desde 1992.

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