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Historia de los Mundiales de atletismo

Después de los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de fútbol, el tercer evento deportivo más importante es el Campeonato Mundial de atletismo. Quizás la afirmación pueda parecer exagerada para algunos; pero ciertamente la cantidad de atletas y naciones que intervienen cada dos años en este evento, así como la enorme cobertura mediática que recibe son razones suficientes que sustentan la relevancia internacional del torneo.

La historia de los Mundiales comienza en 1983, en Helsinki; aunque la idea ya existía mucho antes de esa fecha. A partir de 1913 la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) decidió que las Olimpiadas serían consideradas como los Mundiales; no obstante, la dualidad no convencía a varios miembros de la organización que deseaban tener un campeonato aparte de las citas estivales.
Durante toda la década de los sesenta hubo intentos; sin embargo, el sueño solo pudo convertirse en realidad en la reunión anual de la IAAF, celebrada en 1976, en San Juan, la capital puertorriqueña. Allí los delegados aprobaron la creación de un Campeonato Mundial para el atletismo.

El torneo se celebró siete años después de aquella histórica reunión en territorio boricua. En 1983 Helsinki acogió a la primera versión, en la que intervinieron más de mil 300 atletas, provenientes de 154 naciones. Las cifras de participantes y países fueron creciendo notablemente y en 2007, en Osaka, Japón, los números resultaron impresionantes: 1981 competidores, de 203 federaciones.

Desde 2005, cuando se incorporó la modalidad de tres mil metros con obstáculos entre las mujeres, los hombres y las chicas tienen prácticamente las mismas pruebas; aunque los varones continúan con una de más, por los 50 kilómetros marcha.

CUBA EN LOS MUNDIALES
Cuba nunca ha faltado a una cita mundial y en las once ediciones realizadas hasta la de Osaka 2007, el mejor resultado llegó en Atenas 1997 cuando la delegación cubana obtuvo cuatro títulos, una de plata y otra de bronce.

Sin dudas la figura más destacada en los Mundiales ha sido el saltador de longitud Iván Pedroso. El líder universal por más de un lustro ganó su primer campeonato en 1995, en Gotemburgo, Suecia, y mantuvo su corona en 1997, 1999 y 2001. Aquellos fueron sus tiempos de gloria. Nadie podía derrotar al “saltamontes”, como conocían a Pedroso en el mundo atlético.

Otra gran figura por Cuba fue el saltador de altura Javier Sotomayor quien también acumuló cuatro medallas: dos títulos y dos segundos lugares. El Soto debutó en Tokio 1991 y allí terminó con la plata. Dos años más tarde cambió el color de la presea y saltó sobre los 2.40 metros en Stuttgart, Alemania. En 1995 perdió frente al bahamés Troy Kemp; pero recuperó el título en 1997.

La selección de la atleta cubana más destacada en Mundiales es un poco más complicada porque dos brillantes mujeres acumulan dos títulos y, por tanto, aunque la excelente lanzadora del martillo Yipsi Moreno tiene dos de plata, por una de Ana Fidelia Quirot, sería injusto solo utilizar un parámetro cuantitativo en la elección. Ambas han sido grandes en sus respectivas modalidades.

Ana Fidelia Quirot estuvo en Roma 1987, en los 800 metros planos, y no pudo subir al podio de premiaciones, pues terminó en la cuarta posición; sin embargo, en Tokio la Quirot quedó muy cerca de la campeona, la entonces soviética Liliya Nurutdinova. Luego vino el triste accidente doméstico, en 1993, y muchos pensaron que había terminado la carrera de la brillante mujer.

Los incrédulos se equivocaron porque la Quirot regresó con más bríos y ganó dos Mundiales de forma consecutiva, en 1995 y 1997. En Gotemburgo fue la gran sorpresa cuando marcó 1:56.11 y aventajó a la surinamesa Letitia Vriesde; mientras, en Atenas corrió mejor que la favorita rusa Yelena Afanasyeva.

Yipsi Moreno asombró a todos con su medalla de oro en el Mundial de Edmonton, en 2001; aunque en París 2003 no fue una sorpresa que la extrovertida muchacha venciera a sus rivales más fuertes, en especial a la rusa Olga Kuzenkova. La cadena de victorias de Yipsi terminó en 2005 al ser superada por Kuzenkova.

En 2007 la cubana repitió el segundo lugar, derrotada esta vez por la alemana Betty Heidler quien apenas lanzó el martillo dos centímetros más que Yipsi.

Según las estadísticas de la IAAF, Cuba es la séptima nación en la tabla general de medallas, con 39 preseas, de ellas 17 doradas, 16 de plata y seis de bronce.

GRANDES MOMENTOS
Varios de los récords más impresionantes del atletismo han sido impuestos en los Mundiales. El más antiguo de todos es el de la saltadora de altura búlgara Stefka Kostadinova, en Roma 1987. La europea se elevó por encima de los 2,09 metros y más de veinte años después, aunque muchas lo han intentado, la marca de Kostadinova continúa desafiando al tiempo.

En el área de saltos existen dos nombres que pudieran estar en los libros de récords por décadas: el saltador de longitud norteamericano Mike Powell se estiró hasta los 8,95 metros, en la cita de Tokio 1991; mientras el triplista sueco Jonathan Edwards alcanzó los 18,29 metros en Gotemburgo 1995.

Por último, otra triplista, la ucraniana Inessa Kravets, aprovechó las buenas condiciones del tanque de saltos en Gotemburgo porque llegó a los 15,50 metros y nadie ha logrado acercarse a ese inolvidable estirón.

En un principio los Mundiales de atletismo se desarrollaban cada cuatro años, al igual que las Olimpiadas y las Copas de fútbol; sin embargo, desde 1991 la IAAF cambió el calendario y decidió que el campeonato se celebraría con dos años de diferencia.

Los próximos Mundiales ya tienen sedes definidas: en 2009 regresan a Alemania, en esta ocasión a Berlín. Luego, en 2011, la ciudad coreana de Daegu y en 2013 Moscú tendrán la oportunidad de organizar un evento que desde su mismo comienzo atrajo la atención del universo atlético.

Publicado en Habana Radio

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