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Crónica de un empate anunciado en la primera ronda del Capablanca

Leinier y Bruzón, apenas unas breves escaramuzas
Leinier y Bruzón, apenas unas breves escaramuzas

Llegué al hotel Panamericano, situado al este de La Habana, con intenciones de presenciar un duelo cerrado entre los dos mejores jugadores cubanos del momento, Leinier Domínguez (número 22 del mundo, por su ELO de 2721, aunque perdió 4,6 en Sofia) y Lázaro Bruzón (2617).

Encontrar el salón de juego, ubicado en la primera planta, no fue difícil; sin embargo, me resultó casi imposible observar la partida porque en una decisión cuestionable los organizadores colocaron a los dos grupos principales (Elite y Premier) en un mismo salón; pero ese no fue el único problema: los tableros donde juegan los principales ajedrecistas quedan muy lejos del lugar donde se sitúan los espectadores.

Entonces, resulta prácticamente imposible seguir las jugadas. En versiones anteriores del Capablanca esto no sucedió así. Esta vez Leinier Domínguez donó “tableros inteligentes” que permiten colocar las partidas en línea para ser vistas desde el sitio oficial en Internet (algo que no se podrá hacer por dificultades tecnológicas, según me explicaron); sin embargo, como ni siquiera se colocan tableros manuales fuera de la sala, muy pocos pueden saber qué está pasando realmente con los jugadores más seguidos del torneo.

Pero regreso al duelo Leinier vs. Bruzón. El habanero llevó las blancas, de nuevo apareció la Ruy López, un rápido intercambio de damas y el empate en solo 20 movimientos. Quedé decepcionado porque esperaba más, mucho más. Leinier perdió ya 1,4 puntos de su ELO y lleva oficialmente 25 partidas sin conseguir un triunfo (14 en Linares, 10 en Sofía y ahora esta).

La otra partida entre los rusos Artyom Timofeev (2667) y Boris Savchenko (2655) se sabía que iba a concluir en tablas. Tal vez lucharon un poco, pero en menos de tres horas y 25 jugadas los dos estaban ya descansando en sus habitaciones con media unidad en su acumulado. El tercer duelo comenzó muy tarde, porque Igor Khenkin (2630) arribó cerca de las tres de la tarde al hotel, pero su rival y coterráneo Georg Meier (2641) accedió a jugar… y el empate fue aún más rápido: 12 movimientos.

En el Premier también se vivió una jornada pacífica, aunque ciertamente se dieron posiciones interesantes en las partidas Neuris Delgado (2572) – Emilio Córdova (2543) y Vladimir Potkin (2621) – Yuniesky Quezada (2596). Ambas concluyeron con la división del punto; pero Quezada tuvo que esforzarse ante el empuje del europeo.

Para llegar hasta donde se juega el grupo abierto tuve que subir las escaleras. Allí, en una enorme habitación, en la que lamentablemente solo se pueden seguir diez tableros ya los otros treinta están muy distantes y el espectador no puede cruzar la línea establecida por los organizadores, juegan 87 ajedrecistas, de ellos 11 Grandes Maestros, 5 Grandes Maestras, 23 Maestros Internacionales, provenientes de 12 países y quizás lo más sorprendente sea observar la presencia femenina en las mesas: en total intervienen 22 chicas.

Como solo podía seguir algunas mesas, me concentré en el interesante duelo entre el GM cubano Omar Almeida (2516) y el MI Plinio Pazos que favoreció al visitante en un complejo final.

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