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Fútbol en la tele: el show que debe continuar

¿En qué canal puedo ver un partido de fútbol? Esa es una pregunta muy habitual en un universo que parece moverse alrededor de un balón. La respuesta a la interrogante anterior aparece en el sitio web futbolenlatelehoy.com, donde es posible ver los partidos televisados de cada competición, canal o equipo. No es un secreto que, en la actualidad, no hay un juego del más universal de los deportes que no reciba cobertura mediática y esta relación, totalmente dependiente el uno del otro, se explica fácilmente, ya que las grandes competiciones de selecciones nacionales y las ligas profesionales, no solo en Europa, necesitan para sobrevivir de los ingresos que reciben por la venta de los derechos televisivos; mientras, los grandes medios muestran las audiencias que logran generar con los partidos como su principal atractivo para vender, cada vez a un mayor precio, los espacios publicitarios a las empresas.

El fútbol llegó a la televisión en la misma década en que esta gran innovación comenzó a asombrar a millones en el mundo. Corrían los años treinta del siglo pasado y la Alemania nazi se apoyó no solo en los documentales de Leni Riefenstal, sino también en la transmisión televisiva de algunos fragmentos de los mejores momentos del atletismo, para proclamar a los cuatro vientos la supuesta superioridad de la raza aria, en los Juegos Olímpicos de Berlín. Dos años después de aquella cita estival, la BBC entró en la historia por ser el primer medio que transmitió un partido de fútbol, entre Preston North End y Huddersfield, que disputaron la final de la Copa Inglesa.

El vínculo entre el fútbol y la televisión continuó consolidándose y en las siguientes dos décadas hubo experiencias interesantes, como la filmación de escenas en la Copa Mundial de Suiza, en 1954, el inicio de las transmisiones regulares de la Serie A italiana, por parte de la RAI en 1956 y, ya en este período, el fútbol comenzó a despuntar como un negocio lucrativo para los medios, como lo demuestra que los derechos televisivos para la final de la Copa Europea, en la que el Real Madrid venció al Eintracht Frankfurt, se vendieron en 8000 libras esterlinas.

Los avances tecnológicos experimentados por la televisión de inmediato fueron puestos a prueba en los campos de fútbol. Un gran paso adelante en esta relación ocurrió en la Copa Mundial, organizada por Inglaterra, en 1966, pues las imágenes televisivas fueron transmitidas a todo el mundo; aunque, en realidad, la transmisión en vivo, vía satélite, de un gran evento de fútbol ocurrió cuatro años después, en la Copa Mundial de México.

Las transformaciones continuaron, hasta llegar al punto actual, en el que no solo cada partido de fútbol, de las más diversas ligas del mundo, puede seguirse a través de la televisión (tradicional o streaming) y las carteleras día tras día de fútbol en directo son extensas, como puede comprobarse en el sitio web futbolenlatelehoy.com, sino que las repeticiones televisivas se utilizan para mantener o cambiar las decisiones arbitrales. El videoarbitraje sigue despertando polémicas y no son pocos los que se rompen las vestiduras y proclaman que recurrir a la tecnología “mata la esencia del deporte”; pero, al igual que ha sucedido con las repeticiones en otras especialidades, la tecnología terminará por imponerse, porque responde, la mayoría de las veces con acierto, a preguntas claves, entre ellas esta: ¿vale la pena detener el juego para impedir un penal actuado, un fuera de juego, una falta que no fue o un gol fantasma?

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