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Cacería de brujas en la MLB

Alex Rodríguez cree que es víctima de una “cacería de brujas”. El pelotero mejor pagado en la historia considera injusto el castigo de 211 juegos, impuesto por la MLB, por su relación con el laboratorio Biogénesis y, como era de esperarse, decidió recurrir a los tribunales. Primero su amplio equipo legal impuso una demanda sobre la organización y el Comisionado, Bud Selig; luego fue más allá y acusó al médico de los Yankees de Nueva York.

El nuevo “culebrón” de A-Rod comenzó el 5 de agosto, cuando la MLB separó a 13 jugadores que estaban involucrados con el laboratorio dirigido por Anthony Bosh. Los otros implicados aceptaron los leves castigos—entre ellos Ryan Braun, jugador más valioso de la Liga Nacional, en 2011—; sin embargo, Rodríguez negó cualquier violación del Acuerdo de sustancias prohibidas en el béisbol y el contrato laboral.

El proceso de apelación ha sido tan lento que A-Rod pudo incorporarse a los Yankees y terminó la temporada con promedio de  244 y 7 jonrones; aunque los llamados Mulos de Manhattan volvieron a quedar fuera de los playoffs. Al concluir la fase regular, comenzó la audiencia de apelación, exigida por el pelotero y apoyada por la Asociación de Jugadores. Esta podría tardar varios meses, así que la “batalla legal” continuará ocupando titulares mediáticos.

Mientras se resuelve la apelación, A-Rod y sus consejeros decidieron recurrir a la Corte Suprema de Nueva York, para buscar una compensación monetaria por la supuesta campaña llevada a cabo por la MLB y Selig, con el objetivo de “destruir la reputación y la carrera de Alex Rodríguez”. El documento agrega que la MLB pagó 5 millones de dólares a Bosh, para comprar su cooperación en el caso y, por tanto, no es un testigo confiable en la investigación.

De acuerdo con los abogados del pelotero, dos de sus patrocinadores, Nike y Toyota, decidieron suspender las conversaciones sobre un posible contrato y, para “colmo de males”, la voz del jugador ya no formará parte de la película animada “Henry & Me”.

Además, tampoco podemos olvidar la cuantiosa cifra que dejaría de recibir el pelotero, como parte de su contrato con los Yankees, si se mantuviera el castigo. La relación de A-Rod con el equipo que aceptó pagarle 275 millones de dólares por 10 años—la mayor cifra desembolsada en la historia—se ha deteriorado notablemente.

La situación podría resumirse en breves líneas: la franquicia preferiría no pagar los 86 millones—más 30 si lograra superar el récord de cuadrangulares de Barry Bonds— que le debe a un jugador que, al parecer, ya vio pasar sus mejores tiempos y que ofrece una mala publicidad al equipo, por las acusaciones de dopaje en su contra; mientras, A-Rod exige su derecho a continuar vistiendo el uniforme de los Yankees y, por supuesto, espera cobrar su altísimo salario (25 millones en 2014, 21 millones, en 2015 y 20 millones en sus últimos dos años).

Rodríguez no quedó satisfecho con los cuidados médicos ofrecidos por los profesionales de los Yankees, durante el playoff de 2012. Esto lo llevó a demandar  al doctor Christopher Ahmad quien, supuestamente, no informó sobre su desgarro en la cadera y le permitió continuar jugando.

Como resultado de esa decisión médica, según la demanda, se complicó la lesión de A-Rod, quien también “sufrió un gran dolor, agonía, sufrimiento, discapacidad, hospitalización, así como angustia mental y estrés emocional”. Probablemente, si ganara la demanda, cada término de estos estaría valorado en decenas de miles de dólares como “compensación”.

Otra estrella del béisbol y, curiosamente, el segundo pelotero mejor pagado en la historia, Albert Pujols, también recurrió a los tribunales para demandar al ex jugador Jack Clark quien declaró, en una radio de San Luis, que el dominicano había utilizado esteroides en repetidas ocasiones.

Clark fue miembro de los Cardenales de San Luis—equipo en el que jugó Pujols y ganó dos anillos de Serie Mundial—y, frente a los micrófonos de la radio WGNU, dijo que él sabía “como hecho” que Pujols recurrió a las sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.

La demanda legal de Pujols exige que Clark declare que sus palabras son falsas y que, además, pague una determinada cantidad de dinero, la cual será donada para “acciones de caridad” de la Fundación Familia Pujols.

Estos dos casos son diferentes. No podemos olvidar que Alex Rodríguez ya confesó, en una ocasión, que consumió sustancias prohibidas; aunque luego declaró que abandonó ese hábito a partir de 2003; mientras, a Pujols nunca han podido probarle ninguna vinculación con el consumo de sustancias prohibidas.

No obstante, las demandas impuestas por A-Rod y Pujols tienen un punto en común: los dos buscan credibilidad. Solo que uno, al parecer, ya la perdió y el otro trata, por todos los medios, que no surjan más dudas sobre la legitimidad de sus logros deportivos.

Publicado en Cubasí

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