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Yoenis Céspedes y la negación del olvido

A Yoenis Céspedes lo apodaron, en su natal Granma, “la Potencia”. El sobrenombre realmente no me parece el más acertado; pero ya sabemos que la gracia en eso de apodar desapareció después de Bobby Salamanca. Céspedes jugó en 8 Series Nacionales, defendió los colores de la selección nacional en el II Clásico Mundial y, luego, “desertó”, “escapó”, “traicionó”, “dejó de ser un patriota”, “salió a buscar mejor fortuna” o cualquier otro calificativo que a usted se le pueda ocurrir a la hora de referirse a lo fáctico: el granmense decidió continuar su carrera fuera de Cuba.

Las peripecias de “la Potencia” fueron muchísimas en República Dominicana e incluyeron desde un video de presentación al [peor] estilo de la “Guerra de las Galaxias”, hasta problemas legales muy serios con su primer representante, el cual todavía reclama más del 20% del contrato que firmó Céspedes con los Atléticos de Oakland, por 36 millones de dólares. Entre juicios, preocupaciones familiares y críticas de algunos especialistas y fanáticos por el dinero empleado en un atleta que nunca consumió un turno en las ligas menores, comenzó Yoenis su andanza por la MLB.

Su primer año fue muy  bueno. Terminó en la segunda posición como “novato”, detrás del insuperable Mike Trout y 12mo en la votación del MVP; además, su actuación fue fundamental para que los Atléticos remontaran una enorme diferencia en la tabla de posiciones con los Rangers de Texas y, en la última jornada del calendario regular, lograran el triunfo en la división Oeste de la Liga Americana.

La primera parte de la segunda campaña de “la Potencia” ha sido pobre. Apenas batea para 225, aunque ya tiene 15 cuadrangulares y los Atléticos, nuevamente con una nómina muy inferior a las de sus principales rivales en la división, lideran el Oeste. Con estos números, Céspedes no fue considerado para participar en el Juego de las Estrellas, en el Citi Field, en Nueva York; sin embargo, el dominicano Robinson Canó, capitán de la Liga Americana, decidió invitarlo al Derby de Jonrones.

Céspedes apenas balbucea algunas palabras en mal inglés—nada extraño entre los peloteros cubanos que juegan en las Mayores—, pero con el bate en la mano no necesita hablar mucho. En la primera ronda del Derby disparó 17 cuadrangulares; luego, en la segunda, añadió 6, con los que aseguró su pase a la final. Allí enfrentó a uno de los peloteros más mediáticos de la MLB, el fenómeno Bryce Harper quien, probablemente, a sus 20 años, fuera considerado el favorito; pero la noche del 16 de julio era de Yoenis Céspedes.

Harper conectó 8 vuelacercas y esa cifra fue fácilmente superada por el cubano que, al desaparecer su 9na pelota de la final y 32 en total, entró en los libros de récords. En la historia del Juego de las Estrellas, solo cuatro jugadores que no aparecían en la nómina de los dos equipos habían sido invitados al Derby; pero nunca antes uno de esos invitados había conquistado el título; además, Céspedes es el primer pelotero nacido en Cuba que obtiene ese premio.

Datos curiosos: sus 32 jonrones recorrieron, como promedio, 405 pies; Céspedes empató en la tercera posición de todos los tiempos en el total de vuelacercas en un Derby, con David Ortiz (2010) y Robinson Canó (2011); aunque quedó lejos de la marca del venezolano Bobby Abreu (41, en 2005) y de Josh Hamilton (35, en 2008).

Realmente me hubiera gustado mucho ver, en vivo—no en uno de los paquetes audiovisuales que se comercializan con tanta profusión en La Habana—ese Derby de jonrones, pero estoy seguro de que en ninguna versión del programa televisivo “Béisbol internacional” aparecerán estas imágenes. Los realizadores pasarán por alto este hecho, como ha sucedido con tantos otros, por los términos mencionados en el primer párrafo que determinan—o al menos lo intentan— qué entra o no dentro de la agenda mediática; qué debe discutirse o no en la agenda pública.

No hago loas, como tantos otros, al camino que tomó Céspedes. Me hubiera gustado verlo más con Granma, con Cuba en el III Clásico Mundial o que no tuviera que hacer declaraciones poco reales (como esas desafortunadas palabras, después de ganar el Derby, en las que aseguró haber jugado en estadios cubanos ante 2 personas) para agradar no sé a quién; pero también me parece poco serio que editen, en ocasiones burdamente, jugadas en las que están peloteros cubanos, o que tapen, también burdamente, el generador de caracteres para que no nos “contaminemos” con las estadísticas de juegos salvados de Aroldis Chapman o el promedio de Yasiel Puig. Me niego, definitivamente, a que nos borren la historia.

6 comentarios

  • Tomy

    Excelente comentario, estoy totalmente de acuerdo con todo lo que aquí se dice, tambien enfurezco cuando tratan de ocultar las actuaciones de los cubanos en las grandes ligas, total, el pueblo de una forma u otra, siempre sabrá como les va a cada uno. El derby de Céspedes no lo pondrán ni en sueños, así que esperaré el paquete semanal, como siempre, para ver a este cubanazo silenciar a todos los grandes ligas, poniendo bien en alto a la pelota cubana, que si se dirige inteligentemente, cuidando a cada uno de sus atletas, seremos otra vez los reyes. Y digo cada uno de sus atletas porque aquí calidad la tienen casi todos, por ejemplo, yo nunca habia visto a candelita iglesisas jugando en Cuba y hace poco lo vi dando un jonronazo en el yankee Stadium con los Boston red Sox, además unas manos tremendas en tercera, es decir, en Cuba debajo de cada piedra hay un pelotero, necesitamos cuidarlos, estimularlos y rápido, vendrán las alegrias.

  • pitcher

    Totalmente de acuerdo con el comentario y todavía tenemos, por parte de algunos dirigentes intermedios, que quitarnos algunas ataduras mentales y ser los primeros en reconocer lo que están haciendo nuestros peloteros «desertores, traidores,etc», pero que ninguno niega sentirse orgulloso de ser cubano y muchos tienen en sus contratos, la clausula en la que se niegan a jugar contra el equipo CUBA.
    El pueblo cubano se siente orgulloso cuando conoce que uno de los nuestros está haciendo historia en la carpa grande del Base Ball. Céspedes se lo merece.

  • elier

    Buen artículo. A todos nos gustaría ver brillar a todos nuestros mejores peloteros en nuestros diamantes, pero lastimosamente esto no es posible, y si hubiera que echarle la culpa de eso a alguien no creo que debería recaer en los peloteros. Se ha dirigido muy mal el deporte cubano en los últimos años manteniendo una postura muy intransigente y discúlpen la palabra, pero también estúpida, que ha hecho que no solo los peloteros, si no muchísimos deportistas hayan decidido continuar sus carreras fuera de Cuba, a pesar de ser tan cubanos como cualquiera de nosotros.
    Mientras muchos artistas cubanos, que incluso reciden en el exterior son recibidos y se presentan en el país, nuestros deportistas que radican en el extranjero son tratados como «traidores», cabe preguntarse traidores a qué y a quién? porque la gran mayoría de los cubanos nos alegramos y sentimos orgullosos de sus triunfos.

  • jeremy

    ningun articulo que se considere serio sobre los peloteros cubanos que deciden jugar en grandes ligas puede obviar la razon fundamental por lo que lo hacen: libertad. culpable: la dictadura castrista. despues que se plantee eso, entonces podremos discutir de todo lo demas. saludos

    • Saludos Jeremy, si nos guiáramos por su apreciación, entonces, ¿los peloteros dominicanos, boricuas, venezolanos, japoneses que deciden jugar en Grandes Ligas lo hacen por el dinero y los cubanos…»para vivir en libertad»?

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