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Los récords de una Olimpiada polémica

La muerte de un atleta, protestas entre algunos pobladores por los excesivos gastos y fallas técnicas en la ceremonia de inauguración fueron algunas de las malas noticias que recibieron inicialmente los organizadores de los XXI Juegos Olímpicos de invierno, celebrados en Vancouver, Canadá; pero diecisiete días más tarde y 14 títulos canadienses cambiaron la percepción y la cita fue considerada como un gran éxito.

Por tercera ocasión en su historia Canadá acogió a unos Juegos Olímpicos y por segunda vez estos fueron de invierno. Montreal, 1976 y Calgary, 1988 no obtuvieron muy altas calificaciones en la organización y los resultados económicos tampoco fueron satisfactorios. En el plano deportivo, las cosas no funcionaron para los deportistas locales, pues no alcanzaron ni una medalla dorada.

El reto lucía enorme para los canadienses en Vancouver, una ciudad que ganó la votación más cerrada de todos los tiempos, al aventajar por apenas tres boletas a la surcoreana Pyeongchang.

Los récords comenzaron antes de que se iniciaran los Juegos, pues más de 2 mil 600 atletas dejaron atrás la marca impuesta en la anterior cita, Turín 2006. Además, 82 comités olímpicos nacionales inscribieron al menos a un deportista, una nueva primacía. Varias naciones debutaron en Olimpiadas de invierno y, como curiosidad, dos de ellas fueron latinoamericanas: Colombia y Perú; mientras Argentina volvió a ser el país más representado de la región.
Todo parecía estar bien en Vancouver; aunque el aumento de los gastos en la organización y la reducción de las posibles ganancias—finalmente estimadas en cerca de mil millones de dólares—preocupaban a los ciudadanos de esa ciudad, quizás porque en su memoria permanece el recuerdo de la Olimpiada de Montreal, cuyo costo todavía no ha sido cubierto y han pasado más de tres décadas.

Unas horas antes de la ceremonia inaugural una noticia conmocionó al mundo: el atleta georgiano de luge—uno de los 15 deportes convocados— Nodar Kumaritashvili perdió el control en una curva y estrelló su cuerpo contra un pilar de cemento, a más de 140 kilómetros por hora. El atleta fue llevado a un hospital; pero no hubo mucho que hacer y su muerte enlutó a los Juegos.

De inmediato comenzaron a publicarse rumores sobre la seguridad en la pista donde ocurrió el accidente e incluso algunos abogaron por suspender al deporte. Nada de esto ocurrió; sin embargo, el ambiente quedó enrarecido. La Comisión investigadora determinó que la causa había sido un error de Kumaritashvili; no obstante, la preocupación siguió intacta.

La imagen de los Juegos sufrió un nuevo golpe en la ceremonia de inauguración, en la que se produjeron diversos fallos técnicos; aunque la buena posición en el medallero que alcanzó Canadá desde las primeras jornadas hizo olvidar—al menos en ese país—las otras dificultades.

De las 15 modalidades sin dudas la más esperada de todas era el hockey sobre hielo, el deporte nacional en Canadá. Una final sin el equipo local habría sido un desastre. Los canadienses mostraron su gran calidad y avanzaron a la discusión del oro frente a un sorpresivo contrario: Estados Unidos, una selección que sobrepasó a varios conjuntos europeos que fueron considerados favoritos.

El encuentro fue muy cerrado y cuando Canadá anotó el gol de la victoria en tiempo extra, de seguro muchos respiraron con tranquilidad, porque el éxito de la cita parecía asegurado.

En Vancouver, además de los récords en el número de atletas y países participantes, la tabla de posiciones mostró dos nuevas marcas: Canadá alcanzó 14 medallas de oro y superó las 13 obtenidas por Noruega (2006) y la Unión Soviética (1976); además, Estados Unidos culminó con 37 preseas, una más que las logradas por Alemania en Turín 2006.

A pesar de los éxitos deportivos de los locales, las polémicas estuvieron presentes en los Juegos. El tema más controversial fue la relación entre las cifras invertidas, los impuestos y las ganancias. El incremento de gastos y la reducción del dinero recaudado en la Olimpiada mantienen muy preocupados a los contribuyentes, ya que ellos se verían obligados a pagar más impuestos, para cubrir las deudas y esto no fue lo que les aseguraron antes de que Vancouver apareciera en las boletas como una posible sede olímpica.

Las inquietudes de los ciudadanos se extendieron hasta el potencial daño medioambiental sufrido con los Juegos. Los organizadores no se cansaron de proclamar que la cita había sido la más “ecológica de la historia”; pero para grupos defensores del medio ambiente, la Olimpiada resultó “destructiva”.

El tiempo se encargará de demostrar si fueron infundadas o no las preocupaciones. Por el momento, las dos simpáticas mascotas de la cita de invierno 2010, Miga (un oso marino) y Quatchi (en español, “pie grande”, una criatura legendaria, con botas y orejeras) persisten en celebrar el fin de una cita histórica— ¡sin casos de doping!— que comenzó con una tragedia y concluyó en una fiesta.

Publicado en Cubasí

4 comentarios

  • Armando

    Miguel Ernesto:
    Que bueno que abordastes este tema. Casi nadie, para no ser absoluto, habla de deportes de invierno en Cuba y esto es también cultura deportiva.
    Una vez más te felicito

    • micolumnadeportiva

      Ciertamente para mí es incomprensible cómo se decide lo que es noticia deportiva en Cuba. Es decir, ¿de qué manera se pudo obviar el desarrollo de esta Olimpiada? No sé si hubo problemas con los derechos de transmisión, pq no creo que la idea fuera pasarlo todo por TV, pero hubiera sido muy interesante, para ampliar nuestra cultura deportiva que afortunadamente va más allá de la pelota y la pelota, colocar deportes que no se practican aquí. Si nos colocan por los espacios las carreras de biatlón u otros deportes extremos, desfasados en el tiempo (lo mismo de 2008, 2009 o 2010), entonces, ¿por qué no resúmenes de la Olimpiada de Invierno? De seguro hubiera tenido audiencia. saludos y gracias por el comentario

  • janczeck

    Yo realmente me los comi,no hacia nada solo delante del televisor y no entiendo por que en Cuba no se da publicidad a esta variante son sencillamente espectaculares,me hubiera gustado mucho ver un solo atleta cubano claro y esto lo digo en broma no somos un pais con alguna especialidad de ese tipo.

    • micolumnadeportiva

      Saludos… Pues fue usted muy afortunado al presenciar los eventos. Realmente no entiendo por qué no se le dio absolutamente ninguna cobertura a los Juegos en Cuba. Solo la muerte del atleta apareció alguna vez; sin embargo, la televisión no se cansa de repetir torneos de triatlón de 2009 y ni siquiera colocó un resumen de la Olimpiada de invierno. Quizás sea por un problemas de derecho de transmisión, aquí se piratean todas las señales (especialmente ESPN, Fox Sports y Sky Sports, pero parece que con el comité olímpico las cosas sean más complicadas). Esas disparidades son incomprensibles y como no tenemos otra opción para escoger, entonces nos enteramos de las cosas fundamentales por Internet.

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