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Razones para una sede panamericana

Toronto, sede de los Panamericanos de 2015
Toronto, sede de los Panamericanos de 2015

Una vez más— ¿alguien está sorprendido?—el poder económico decide la sede de unos Juegos múltiples y, como se esperaba, el multimillonario presupuesto de Toronto fue el factor principal que inclinó la balanza hacia esta urbe, por encima de Lima y Bogotá en la supuesta lucha por acoger a los Panamericanos de 2015.

Un rápido análisis de los millones de dólares “asegurados” permite comprender la desproporción en la votación final, en la que Toronto obtuvo 33 boletas, por 11 Lima y apenas 7 la capital colombiana. Los canadienses pusieron sobre la mesa dos mil 500 millones; mientras los peruanos garantizaron 259 y Bogotá 200. Esa enorme diferencia de presupuestos no pudo ser vencida, ni siquiera por un elemento que tal vez debió pesar más: la historia.

Las razones económicas están todas del lado canadiense. Toronto ha sido candidata de los Juegos Olímpicos, cuenta ya con excelentes instalaciones deportivas que se utilizarían en los Panamericanos. Los organizadores solamente tendrían que invertir importantes sumas en la construcción de la villa y, además, las delegaciones que asistan no necesitarán visas, lo cual contrasta con las políticas seguidas por las autoridades de ese país que sí exigen visas a la mayoría de las naciones latinoamericanas.
Ante estos argumentos ¿estuvo en peligro el triunfo de Toronto? La visión comercial que ha imperado en la selección de las sedes, especialmente de las Olimpiadas, indica que no, así que otra vez vuelve a quedar fuera de la “ecuación” el factor histórico.

Canadá ha acogido en dos ocasiones anteriores a la cita panamericana y como elemento curioso, Winnipeg, junto a Ciudad México, son las únicas urbes en las que se han desarrollado dos Panamericanos. La ODEPA, dirigida hace nada menos que 34 años por la misma persona, el mexicano Mario Vázquez Raña, nunca se ha planteado la oficialización de una rotación de sedes, por ejemplo, entre Norte, Centro y Sudamérica.

Muchos pudieran argumentar, no sin cierta razón, que las diferencias económicas son enormes entre estas tres regiones y, por tanto, el nivel de los Juegos no sería el mismo si los organizara Toronto que Lima.

Frente a esta afirmación surge una pregunta que deriva en decenas más: ¿qué entendemos por “nivel”? Si lo comprendiéramos como la calidad de las habitaciones o el servicio Wi-Fi gratuito o la cantidad de tiendas de Adidas disponible o la magnificencia de los estadios, piscinas y campos de juegos, lógicamente Toronto sería la sede perfecta, no solo de 2015, sino de los siguientes Panamericanos.

Pero es necesario regresar a los verdaderos propósitos del deporte. ¿No hubiera sido más significativo concederle la sede a Perú, una nación que nunca ha tenido a unos Panamericanos? Comercialmente no. Deportivamente sí. Al analizar los resultados de la votación ya sabemos qué se valora más.

Toronto presentó millones de dólares, “concedió” la entrada libre de atletas y entrenadores y regaló costosos teléfonos móviles BlackBerry a los delegados ¿Cómo perder así? Si continúa imperando la economía en las elecciones de sedes de Juegos múltiples ¿qué esperanzas quedarán para las naciones llamadas, eufemísticamente, en “vías de desarrollo”? No muchas.

Al mismo tiempo, la ODEPA está en una situación complicada. La crisis económica ha provocado el desinterés de las ciudades y en la actualidad Guadalajara, sede de los Panamericanos de 2011, muestra un gran retraso en la construcción de la villa. Algo similar pudiera escribirse acerca de los Centroamericanos de Mayagüez, Puerto Rico, en 2010.

Estos problemas afectan a largo plazo, no solo a los intereses mexicanos, sino también a las naciones menos desarrolladas que aspiran a los Juegos porque en un futuro nadie—o muy pocos para no ser absolutos—votaría por ciudades sin tanto presupuesto.

Los Juegos Panamericanos de 2015 ya tienen varias definiciones: la sede, las fechas, entre el 10 y el 26 de julio, incluso la temperatura de 26 grados centígrados que supuestamente habrá durante esos días en la capital económica de Canadá. El “nivel”, entendido como capacidad financiera, parece estar garantizado. ¿Alguien se ha preguntado por el verdadero “nivel”, el deportivo?

Publicado en Cubasí

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